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El presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, propuso ayer un plan para una recapitalización «urgente» de la banca europea, que endurece las exigencias de capital, incluye toda exposición a la deuda soberana y prohíbe mientras tanto el pago de dividendos y bonificaciones.
«Tenemos que fortalecer urgentemente la banca», indicó Barroso en el pleno del Parlamento Europeo, donde presentó la 'hoja de ruta para la estabilidad y el crecimiento' que servirá de base para la cumbre de líderes que se celebrará el día 23.
La Comisión Europea considera que la estrategia de recapitalización de la banca europea debe cubrir «todos los bancos potencialmente sistémicos», por ejemplo aquellos que participaron en julio en las pruebas de solvencia de la Autoridad Bancaria Europea, pero excluyendo a algunos bancos más pequeños de dimensión nacional.
La recapitalización debe tener en cuenta «toda la exposición a la deuda soberana» europea para garantizar la máxima transparencia sobre la calidad de los activos de los bancos afectados. Teniendo en cuenta este impacto de la deuda soberana, la Comisión Europea quiere elevar «temporal pero significativamente» el ratio de capital de máxima calidad requerido a la banca.
Barroso, no mencionó ningún porcentaje -se especula con un Core Tier 1 del 9% frente al 5% de las pruebas de solvencia de julio- pero la propuesta menciona la definición de capital del nuevo Basilea III, el acuerdo internacional sobre solvencia bancaria.
Planes
Los bancos que no tengan el capital necesario deberán presentar planes de recapitalización y ejecutarlos cuanto antes. «Hasta que lo hagan, los reguladores nacionales les deberán prohibir el pago de dividendos y bonos», indicó Barroso.
El presidente de la Comisión Europea también dejó claro que apoya la posición defendida por la canciller alemana, Angela Merkel, que quiere que la banca solamente recurra en último lugar al Fondo Europeo de Estabilidad Financiera (FEEF).