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Los partidos políticos francófonos y flamencos llegaron en la madrugada de ayer a un acuerdo sobre la reforma del Estado que permite vislumbrar el final de la crisis que el país atraviesa desde hace dieciséis meses. El pacto, calificado de «histórico», cierra el capítulo de la transferencia de competencias del Estado federal a las regiones, uno de los principales escollos en las negociaciones, que en adelante se centrarán en la formación de Gobierno y en el paquete socioeconómico y presupuestario.
«Es la mayor reforma del Estado desde la Segunda Guerra Mundial», afirmó al término de le reunión el líder de los liberales francófonos (MR), Charles Michel. Se resolvieron los tres flecos de la reforma institucional que seguían abiertos, empezando por el modo en que se celebrarán las elecciones federales y regionales, que a partir de 2014 tendrán lugar simultáneamente, cada cinco años (un año más que en la actualidad). Además, se acordó que los asuntos de seguridad civil y los servicios de bomberos seguirán siendo de competencia federal, así como la mayor parte de las disposiciones reguladas en el código de circulación, salvo las limitaciones de velocidad, las multas y otras señalizaciones en las carreteras regionales.
Sexta reforma
El acuerdo, que dará lugar a la sexta reforma estatal en el país, se anunciará formalmente durante la reapertura del curso político en el Parlamento, el próximo martes. En las negociaciones han participado, por parte flamenca, el partido liberal Open Vld, el socialista SP.A, el democristiano CD&V y el ecologista Groen, mientras que por parte francófona intervinieron el ecologista Ecolo, el liberal MR, el democristiano CDH y el socialista PS.
Las próximas discusiones sobre la formación de gobierno tendrán que decidir, en primer lugar, si los ecologistas flamencos (Groen!) y francófonos (Ecolo) entrarán en la coalición. Para ello, el socialista Elio Di Rupo, que dirige las negociaciones, mantendrá negociaciones bilaterales en breve.
Ambas formaciones se han declarado dispuestas a participar, siempre que puedan entrar juntas y sean tomadas en consideración en las mismas condiciones que el resto.