Yemeni Tawakul Karman smiles during a television interview after it was announced that she won the Nobel Peace Prize at Tagheer

Tawakul Karman, la activista de Yemen, galardonada con el Nobel de la Paz. | STR

EfeOslo08/10/11 0:00
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Un premio contra la represión de las mujeres. Con este objetivo, el Comité Nobel del Parlamento noruego ha otorgado el Nobel de la Paz 2011 a tres mujeres: la presidenta liberiana, Ellen Johnson-Sirleaf, «primera mujer elegida democráticamente» en ese país y en el continente africano, la activista liberiana Leymah Gbowee, que «movilizó a mujeres de todos los grupos étnicos», y la activista yemení Tawakkul Karman, que «en las circunstancias más difíciles, tanto antes como después de la 'Primavera Arabe', jugó un papel destacado por los derechos de las mujeres y por la democracia en Yemen».


La presidenta liberiana, Ellen Jonhson-Sirleaf, la activista liberiana Leymah Gbowee y la activista yemení Tawakkul Karman han sido galardonadas con el Premio Nobel de la Paz 2011 por su «lucha no violenta en favor de la seguridad y el derecho de las mujeres a participar plenamente en la construcción de la paz».


En opinión de los miembros del Comité Nobel del parlamento noruego, alcanzar la paz en el mundo depende de que las mujeres tengan las mismas oportunidades que los hombres: «No se puede alcanzar la democracia y una paz perdurable en el mundo a menos que las mujeres obtengan las mismas oportunidades a la hora de influir en el desarrollo a todos los niveles de la sociedad», ha destacado el Comité en un comunicado.


Resolución 1325


Además, el Comité recuerda que en el año 2000 el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas aprobó la resolución 1325 en la que, por primera vez, se definía la violencia contra las mujeres en los conflictos armados como «un tema de seguridad internacional». El texto «destacaba la necesidad de que las mujeres participen en un plano de igualdad con los hombres en los procesos de paz y en la construcción de la paz en general».


El Comité Nobel recuerda que «Ellen Johnson-Sirleaf es la primera mujer elegida democráticamente para la Presidencia en la historia de Africa».


Además, «desde su investidura en 2006, ha contribuido a garantizar la paz en Liberia, a promover el desarrollo económico y social y a reforzar la posición de las mujeres».