Cameron besa a su mujer Samantha al final de la Conferencia del Partido Conservador británico en Manchester. | PHIL NOBLE

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El primer ministro británico, David Cameron, prometió ayer ante el congreso del Partido Conservador en Manchester (norte de Inglaterra) que el Reino Unido no se unirá al euro mientras él esté al frente del Gobierno. Cameron dijo además que el Reino Unido no se dejará «absorber» por los «interminables» rescates a países de la zona euro.

La economía centró el esperado discurso de clausura del congreso anual del Partido Conservador, en el que el líder tory hizo una apuesta por el «liderazgo» para sacar al país del «desastre económico», objetivo que, según Cameron, su Gobierno podrá acometer «a su manera y en sus propios términos».

Cameron reconoció que la amenaza a la economía mundial y al Reino Unido es tan grave hoy «como lo era en 2008, cuando comenzó la recesión mundial con la zona euro en crisis, las economías de Francia y Alemania ralentizadas hasta un punto muerto e incluso con EEUU cuestionado por sus deudas». Señaló que en esta «época de nerviosismo en la que los precios y las facturas suben, hay pérdida de empleo, recortes y cierres», el Ejecutivo de coalición entre los conservadores y liberaldemócratas puede ayudar a los ciudadanos.

Crisis de deuda

Cameron alertó de que la crisis actual «no es una recesión normal»: «Nos encontramos en una crisis de deuda ocasionada por un excesivo endeudamiento de individuos, negocios, bancos y, sobre todo, gobiernos», indicó. Ante la gravedad de esta situación, el dirigente conservador dijo que la coalición de Gobierno cuenta con un plan «adecuado» para atajar la crisis.

El primer ministro consideró una ventaja no formar parte del euro, ya que el Reino Unido puede establecer a su manera la forma de mejorar la economía. «Déjenme decir esto: mientras yo sea primer ministro nunca nos uniremos al euro. Y tampoco dejaré que se nos absorba en los interminables rescates de países que están en el euro», manifestó.

«Soy consciente de lo duras que son las cosas y no subestimo ni por un minuto la preocupación de los ciudadanos, bien sea para llegar a fin de mes -señaló- o por el estado de la economía mundial, pero necesitamos reaccionar y no dejarnos paralizar por el miedo».