El magnate de la comunicación, Rupert Murdoch, ha sido protegido del intento de agresión del hombre que asoma por el extremo izquierdo de la imagen. | REUTERS TV

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Un hombre intentó hoy agredir al magnate de la prensa Rupert Murdoch durante su comparecencia en el Parlamento británico lanzándole espuma blanca, momento en el que su esposa reaccionó con rapidez y golpeó al atacante.

La comparecencia de Rupert Murdoch, presidente de News Corporation, y su hijo James ante una comisión del Parlamento británico por las escuchas ilegales del dominical «News of the World» tuvo que ser suspendida durante unos 15 minutos por este incidente, que se saldó sin heridos.

Un hombre con camisa de cuadros fue detenido por la Policía tras tratar de lanzar un plato de papel con lo que parecía espuma de afeitar a Murdoch mientras le llamaba «millonario malvado», según relataron algunos testigos.

El agresor podría ser Jonnie Marbles, comediante y activista, que estaba sentado varias filas detrás de Murdoch, según el mismo confesó en Twitter minutos antes del suceso.

La esposa del magnate, Wendi, sentada detrás de Murdoch durante la comparecencia, se interpuso con gran decisión entre su marido y el atacante, al que dio un manotazo para intentar evitar el impacto, mientras que James Murdoch también se levantó sobresaltado aunque tardó más en reaccionar.

La contundente respuesta de Wendi, tercera esposa del empresario, dejó impresionado al público presente en la sala, tanto que Tom Watson, uno de los parlamentarios británicos que estaba interrogando a Rupert Murdoch, se despidió del empresario diciendo: «Su mujer tiene un buen gancho de izquierda».

Según algunos testigos, Rupert Murdoch estaba «realmente sorprendido» mientras su hijo James mostró su enfado por el grave fallo en la seguridad del Parlamento.

Tras la reanudación de la comparecencia, el empresario, de 80 años, no llevaba chaqueta, signo de que pudo ser alcanzado por el atacante.

El pasillo contiguo a la sala donde se llevaba a cabo la comparecencia fue cerrado por la policía y el público tuvo que abandonar la sala cuando la siguiente testigo, la exconsejera delegada de News International Rebekah Brooks, entró a declarar.

Un cuarto de hora después del incidente se retomó la larga comparecencia, en la que los Murdoch debían explicar hasta qué punto conocían la practica de las escuchas ilegales que se realizaban en sus periódicos británicos.