Jean-Claude Trichet, presidente del Banco Central Europeo, durante la rueda de prensa en la que ha anunciado una subida de los tipos de interés. | KAI PFAFFENBACH

TW
0

El Banco Central Europeo (BCE) subió hoy un cuarto de punto los tipos de interés, hasta un 1,5 %, y su presidente, Jean-Claude Trichet, consideró que las tasas en la zona euro siguen estando bajas, dejando así la puerta abierta a nuevas subidas este año.

El consejo de gobierno del BCE anuncio hoy una subida de su tasa rectora en un cuarto de punto, hasta el 1,5 %, el nivel más alto desde marzo de 2009, argumentado que existen riesgos inflacionistas.

En su comparecencia ante los medios, Trichet dijo que «nuestra política monetaria permanece acomodaticia, por lo que apoya la actividad económica y la creación de empleo».

El BCE «observa muy de cerca» los riesgos para la estabilidad de precios, declaró Trichet al repetir las palabras que utilizó tras incrementar el precio del dinero en abril.

Trichet aludió también a la situación en Portugal y Grecia y dijo que el BCE aceptará la deuda portuguesa como garantía, a la vez que se opuso a un «impago selectivo» de la deuda de Grecia.

En cuanto a los tipos de interés, el Banco de Inglaterra decidio hoy también dejarlos sin cambios el mínimo histórico del 0,5 % pese a que la inflación llegó en mayo al 4,5 % en el Reino Unido.

El Banco Central de Dinamarca, por su parte, subió su tasa rectora en 25 puntos básicos, hasta el 1,55 %. Dinamarca ha acoplado la cotización de la corona danesa al euro y por eso sigue los pasos del BCE.

El presidente del BCE explicó que el consejo de gobierno tomó la decisión de incrementar el precio del dinero por unanimidad.

Es esencial que la reciente evolución de los precios no contribuya a incrementar las presiones inflacionistas a medio plazo, subrayó el BCE, que también está convencido de que la recuperación económicas es sostenible.

El economista jefe de UniCredit Research Marco Valli prevé que el BCE subirá de nuevo los tipos de interés de forma moderada en octubre, hasta el 1,75 %.

Los expertos de Commerzbank también pronostican un nuevo incremento de la tasa rectora a comienzos del cuarto trimestre.

Por otra parte, Trichet anunció que aceptará como garantía para prestar liquidez a los bancos comerciales títulos de deuda soberana de Portugal, aunque no cumplan los niveles mínimos de calificación de riesgo exigidos.

La decisión se produce dos días después de que la agencia de medición de riesgo Moody's rebajara la calificación de la deuda de Portugal en cuatro escalones, hasta el nivel de «bono basura».

Desde mediados de octubre de 2008, tras la quiebra de Lehman Brothers, el BCE exige la calificación de crédito mínima «BBB-/Baa3» para de los activos que acepta como garantía en sus operaciones de refinanciación, con excepción de la deuda de Grecia desde el año pasado, de Irlanda desde finales de marzo y ahora de Portugal.

Antes del estallido de la crisis la calificación mínima era de «A-/A3».

Trichet explicó que la decisión del consejo de gobierno del BCE tiene en consideración que el Gobierno de Portugal ha implementado un programa de ajuste económico y financiero negociado con la Comisión Europea (CE), el BCE y el Fondo Monetario Internacional (FMI).

Trichet lamentó que el funcionamiento de las agencias de calificación de riesgo tienen un elemento de «prociclicidad» que no es óptimo y aseguró que se trabaja a nivel internacional para mejorar su funcionamiento pero que la situación es compleja.

Por otra parte, Trichet reiteró la oposición del BCE a toda posibilidad de declaración de impago, total o «selectivo», de la deuda de Grecia.

En ese contexto, la agencia Standard & Poor's (S&P) advirtió el pasado lunes de que considerará un «impago selectivo» de la deuda de Grecia en caso de que salga adelante el modelo propuesto por los bancos franceses para que los acreedores privados participen en el segundo rescate financiero al país heleno.

En las últimas semanas, Trichet ha dicho repetidamente que el BCE no aceptaría títulos de deuda de Grecia como garantía en caso de declaración de impago, algo que deterioraría más la situación de este país ya que los bancos comerciales dependen actualmente de la liquidez del BCE porque tiene muchas dificultades para refinanciarse en el mercado.