Tanto Merkel como Durao Barroso se han encargado de criticar el oligopolio que ejercen las agencias de calificación estadounidense. | Tim Brakemeier

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La Comisión Europea lamentó la decisión de la agencia Moody's de bajar la nota de la deuda lusa a nivel de 'bono basura' y destacó que esta acción pone de relieve el «comportamiento cuestionable» de las agencias de calificación.
«El momento de la decisión de Moody's es cuestionable, además se basa en escenarios hipotéticos que no se ajustan en absoluto con el desarrollo de los acontecimientos. Éste es un episodio lamentable y que plantea una vez más la cuestión de la adecuación del comportamiento de las agencias de calificación», dijo el portavoz de la Comisión Europea Amadeu Altafaj una rueda de prensa.
El presidente de la Comisión Europea, Jose Manuel Durao Barroso, criticó duramente la voluntad de especulación. «Las decisiones de ayer por la agencia de calificación no proporciona una mayor claridad. Más bien agregar otro elemento especulativo a la situación», señaló en una rueda de prensa en Estrasburgo.

Apoyos
«Con el debido respeto a estas agencias de calificación, nuestras instituciones conocen a Portugal un poco mejor, nuestro análisis es más refinado», añadió. Barroso defendió que las medidas que Lisboa está poniendo en marcha han sido «aprobadas por los Veintisiete» y han recibido el «apoyo» de la Comisión Europea, del Banco Central Europeo (BCE) y del Fondo Monetario Internacional (FMI).
Por su parte, el ministro de Finanzas germano, Wolfgang Schäuble, apuntó la necesidad de «limitar» el poder de las agencias de calificación de riesgos y posibilitar la competencia en ese sector, dominado en la actualidad por un «oligopolio». Seguidamente tachó de «oligopolio» la situación del sector de las agencias de calificación de riesgos, dominado por tres empresas estadounidenses, Standard & Poor's, Fitch y Moody's, conocidas como «las tres grandes».
Sus declaraciones seguían el hilo de otra intervención suya de la semana pasada en que apuntó que estas agencias «no están libres de conflictos de interés» y de las afirmaciones del martes de la canciller alemana, Angela Merkel.