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El juzgado de Amsterdam absolvió hoy al político holandés Geert Wilders de los cargos de incitación al odio y discriminación contra los musulmanes, al considerar que sus declaraciones no estaban dirigidas a los musulmanes como individuos sino al islam en general.

Wilders, que en varias ocasiones calificó al islam de «ideología peligrosa para los valores occidentales», ha interpretado su absolución como una victoria de la libertad de expresión y como una señal de que el islam también puede ser abiertamente criticado.

«No es una victoria para mí mismo, sino también la victoria de la libertad de expresión», declaró a la salida del juzgado en el que fue absuelto de todos los cargos que recaían sobre él.

El político se congratuló de que «el islam pueda ser criticado» y de que su boca «no haya sido amordazada».

En su reacción al fallo, el polémico líder del Partido Para la Libertad (PVV) se reafirmó en su convencimiento de que «la crítica al islam es necesaria».

Los jueces consideraron que Wilders hizo comentarios «chocantes» contra el islam, pero que sus críticas no estaban dirigidas contra los musulmanes, sino contra el islam en general.

«El juzgado ha considerado el contexto de intenso debate social sobre inmigración y multiculturalismo en el que Wilders hizo sus declaraciones, en calidad de político», explicó el juez en la lectura de la sentencia.

Los magistrados determinaron que en ese contexto los comentarios de Wilders «no sobrepasaron los limites de lo permitido» por el Derecho.

Aunque reconocieron que las palabras de Wilders fueron en ocasiones «denigrantes y groseras», opinaron que no por ello incitaban al odio porque se pronunciaron en un «contexto más amplio» de debate social sobre el multiculturalismo.

Además Wilders siempre ha asegurado que no tenía «nada contra los musulmanes», remarcaron los jueces.

A la salida del juzgado, el político restó importancia a los calificativos de los jueces y afirmó que «en el debate político debes de poder decir lo que quieras».

Tampoco el documental dirigido por Wilders y emitido en Internet en 2008 ha sobrepasado los límites legales, establecieron los jueces, argumentando en la misma línea que sobre las cuestiones anteriores.

Wilders criticó abiertamente al islam en ese documental en el que expuso que la «islamización» de Holanda tendría consecuencias negativas para el país.

El juicio, que se inició el pasado octubre, sufrió numerosas interrupciones provocadas por los intentos de anular el proceso por parte de la defensa, que al principio consiguió recusar a los jueces, aduciendo que el presidente de la terna no era imparcial porque antes de empezar el proceso cenó con uno de los testigos.

La Fiscalía había pedido la absolución de Wilders durante el juicio, que se celebró a raíz de la acusación particular presentada por grupos antirracistas y de inmigrantes musulmanes.

El Partido Para la Libertad (PVV) de Wilders, con 24 escaños, juega un papel crucial en el actual gobierno de minoría, formado por liberales y democristianos, que han hecho concesiones a cambio del apoyo parlamentario de ese partido para conseguir la mayoría necesaria para aprobar leyes.

Esas concesiones incluyen un endurecimiento de la política de inmigración, como desea Wilders, que en su campaña defendió la reducción en un 50 por ciento de la inmigración procedente de los países musulmanes y la prohibición del burka.