Los ministros de Economía de Francia, Irlanda y Reino Unido. | OLIVIER HOSLET

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El primer ministro luxemburgués y presidente del Eurogrupo, Jean-Claude Juncker, admitió ayer que habrá una «reestructuración suave» de la deuda de Grecia si el Gobierno de Atenas se compromete a tomar nuevas medidas de ajuste, profundizar las reformas estructurales y acelerar su plan de privatizaciones.

«Grecia debe privatizar rápidamente activos por valor de 50.000 millones de euros para que su deuda pública a medio y largo plazo sea sostenible», dijo.

«Si Grecia hace todos estos esfuerzos, entonces debemos ver si es posible realizar una reestructuración de la deuda griega. Estoy completamente en contra de una reestructuración importante de la deuda griega», precisó el presidente del Eurogrupo.

Esta «reestructuración suave» pasaría por pedir a los bancos europeos que extiendan los plazos de vencimiento de la deuda griega para dar a Atenas más tiempo para pagar y reclamarles que compren nuevos bonos.

Además, los países de la eurozona pedirán a Grecia que avale con bienes públicos los créditos del segundo plan de rescate que la UE prepara para Atenas, y que podría ascender a 60.000 millones de euros.