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El presidente de EEUU, Barack Obama, autorizó hoy una ayuda «no letal» de hasta 25 millones de dólares a los rebeldes libios para apoyar sus esfuerzos de proteger a la población civil amenazada por las fuerzas de Muamar el Gadafi.

El mandatario firmó una declaración presidencial y un memorando dirigido a los secretarios de Estado, Hillary Clinton, y de Defensa, Robert Gates, en el que aprueba la entrega de «bienes y servicios» procedentes del inventario y de los recursos de cualquier agencia del Gobierno estadounidense a grupos libios y «socios claves» de Washington tales como el Consejo Nacional Transitorio (CNT).

La ayuda de hasta 25 millones de dólares no incluirá dinero en efectivo, ni tampoco armas o munición.

El material estadounidense consistirá en vehículos, camiones de combustible y depósitos de combustible, ambulancias, suministro y equipamiento médico, chalecos antibalas, prismáticos y equipos de radios, comidas 'halal' (conforme a las normas del Islam), botas, tiendas de campaña y uniformes.

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La autorización de Obama se produce después de semanas de evaluación de las necesidades y capacidades del CNT.

Este análisis lo ha elaborado, en parte, Chris Stevens, a quien EEUU envió a principios de mes a Bengasi, la capital libia de los rebeldes, donde también se encuentra un equipo de la Agencia Estadounidense para el Desarrollo Internacional (USAID).

En una carta que envió el Departamento de Estado el pasado 15 de abril al Congreso consta que el CNT ha identificado un «amplio rango» de ayuda no letal que podría apoyar sus esfuerzos.

«EEUU ha estado en contacto con el CNT en un esfuerzo por crear una relación de trabajo y entender sus capacidades en materia de seguridad y sus deficiencias, al tiempo que reconoce el papel clave que las fuerzas de la oposición juegan a la hora de proteger a los civiles y las áreas pobladas en Libia», señala el texto.

«Esta iniciativa se ajusta a la resolución 1973 del Consejo de Seguridad de la ONU, que, entre otras acciones, autoriza a los Estados miembros tomar todas las medidas necesarias para proteger a los civiles y a las áreas pobladas», enfatizó el Gobierno de EEUU.