Rebeldes libios hacen el símbolo de la victoria frente a un hotel en Ras Lanuf (Libia) después de arrebatar la importante ciudad petrolera a los leales de Gadafi. | Efe

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La OTAN decidió ayer hacerse cargo de las misiones de protección de la población civil libia, lo que implica la dirección de los ataques contra objetivos terrestres y la asunción del control de todas las operaciones militares en Libia. Sus 28 miembros cerraron un acuerdo para que la Alianza «implemente todos los aspectos de la resolución 1973 del Consejo de Seguridad de la ONU para proteger a los civiles y las zonas pobladas de las amenazas de ataques por parte del régimen de (Muamar al) Gadafi», explicó una fuente aliada.

«La OTAN aplicará todos los aspectos de la resolución de la ONU. Nada más, nada menos», afirmó el secretario general de la Alianza, Anders Fogh Rasmussen, en un comunicado emitido tras la decisión. La decisión, acordada ayer por los embajadores de los países miembros de la organización, supone que la Alianza Atlántica controlará todas las operaciones militares en torno a Libia.

Apoyo

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Mientras, en el campo de batalla el apoyo mediante los bombardeos de los aviones de la coalición permite el avance rápido de los rebeldes, quienes se preparan para atacar Sirte en 24 horas después de haber tomado en un sólo día cuatro ciudades en su camino hacia el oeste, Briga, El Aguila, Ras Lanuf y Ben Yauad, donde se han detenido para reagruparse y aprovisionarse.

Tras tomar el sábado la estratégica localidad de Ajdabiya, 160 kilómetros al suroeste de Bengasi, capital del levantamiento, los rebeldes avanzaron imparables y sin apenas encontrar resistencia hacia Briga, El Aguila, Ras Lanuf y Ben Yauad. De hecho, el camino que lleva de Ajdabiya a Briga, a unos 80 kilómetros, aparecía ayer totalmente despejado sin signos de que se hubieran registrado enfrentamientos.

Tan solo había carros de combate y camiones calcinados en las inmediaciones de Ajdabiya, lo que denota la precisión de los impactos de la aviación de las fuerzas de la coalición internacional, pues nada alrededor de los blancos alcanzados presentaba muestras de combates, ni restos que no fueran de los vehículos destruidos o cráteres.

El repliegue del dictador al este de Libia contrasta con la intensidad de sus ataques a la ciudad de Misrata, único bastión rebelde al oeste del país. Por su parte, los opositores al régimen han asegurado que Catar se ha ofrecido a comprar el petróleo libio que sea extraído en las instalaciones que controlan los opositores al régimen y que ya están en condiciones de explotar.