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La oposición siria protagonizó ayer nuevas protestas en varias ciudades del país que fueron especialmente sangrientas en el sur, donde murieron decenas de personas por choques con las fuerzas de seguridad.
Aunque no hay una confirmación independiente, la cadena catarí Al Yazira informó de que veinte personas fallecieron al reprimir las fuerzas de seguridad una manifestación en la ciudad de Sanamein, unos 50 kilómetros al sur de Damasco.


La protesta comenzó después de las oraciones del mediodía del viernes, la celebración religiosa semanal más importante para los musulmanes, cuando activistas de la oposición comenzaron una marcha en solidaridad con las víctimas de la ciudad sureña de Deraa.


Deraa, unos 100 kilómetros al sur de Damasco, fue escenario en los últimos días de una dura represión policial contra manifestantes de la oposición que se cerró con decenas de muertos, la mayoría de ellos durante el miércoles pasado.


Ammán


En Ammán un simpatizante de la oposición murió y unos cien más resultaron heridos al dispersar la policía jordana una manifestación en el centro de la capital.


Los enfrentamientos se produjeron en la plaza Gamal Abdel Nasser de Ammán, donde grupos de la oposición tienen instaladas tiendas de campaña en una vigilia en favor de reformas políticas en Jordania.
En Yemen, una semana después de que medio centenar de personas murieran al ser tiroteadas en una protesta junto a la Universidad de Saná, miles de ciudadanos volvieron a reunirse en el mismo lugar para exigir la renuncia del presidente, Ali Abdalá Saleh.


A pesar de verse debilitado por esa matanza, que ha llevado a altos cargos del Ejército a unirse a los manifestantes, Saleh se presentó en otra plaza de la capital yemení para llamar a sus seguidores a «resistir todos los desafíos».


La Alta Comisaría de la ONU para los Derechos Humanos denunció ayer que entre 50 y 100 personas se encuentran desaparecidas en Baréin desde la última semana, como consecuencia de la represión.