El guardia de seguridad Malik Mumtaz Husein Qadri, custodiado por la policía después de matar de nueve disparos al gobernador de Punjab. | STR/PAKISTAN

TW
0

El gobernador de la provincia oriental paquistaní de Punyab, Salman Tasir, fue asesinado ayer por uno de sus guardias de seguridad en un mercado de Islamabad, informó el Ministerio de Interior.

Tasir, un crítico de las leyes antiblasfemia, recibió hasta nueve disparos -tres de ellos en el abdomen- cuando se hallaba cerca de su vehículo, aparcado en la céntrica zona comercial de Kohsar, que acoge cafeterías y restaurantes.

El titular de Interior paquistaní, Rehman Malik, explicó en declaraciones a los medios de comunicación que seis personas fueron arrestadas en relación con el asesinato, entre ellas el presunto autor de los disparos. Malik incluso comparó el caso de Tasir con la muerte de la ex primera ministra india Indira Gandhi, asesinada por uno de sus guardas sij en 1984.

Tasir había estado en el blanco de las críticas de los islamistas por manifestarse en contra de las leyes antiblasfemia de Pakistán, que prevén incluso penas de muerte, unas opiniones que acostumbraba a publicar en su activa cuenta de la red social Twitter.

El caso de Asia Bibi

El gobernador incluso había intentando interceder en el caso de la campesina cristiana condenada a muerte Asia Bibi, que se halla aún pendiente de resolución en el Tribunal Superior de Lahore. Tasir se había mostrado convencido de que el presidente paquistaní, Asif Alí Zardari, firmaría el perdón presidencial para Bibi, pero finalmente el caso está siguiendo su curso por la Justicia ordinaria. Este destacado miembro del gobernante Partido Popular (PPP) era gobernador de Punjab, un cargo de carácter ceremonial.

El poder ejecutivo de Punjab recae sobre el jefe del Gobierno provincial, Shahbaz Sharif, de la Liga Musulmana-N, coaligado con el PPP en esta región.

El asesino confeso confirmó que lo mató por «blasfemo». «Salman Taseer es un blasfemo y éste es el castigo para los blasfemos», afirmó Malik Mumtaz Husein Qadri, uno de los policías encargados de proteger al dirigente regional, en unas declaraciones difundidas por el canal de televisión Dunya.

Justo después de cometer el atentado, Qadri, miembro de la Fuerza de Elite de la Policía de Islamabad, se entregó a las fuerzas de seguridad. «Fue arrestado inmediatamente y ahora está siendo interrogado por la policía», indicó el ministro del Interior.