BRIS100. BRISBANE (AUSTRALIA), 9/12/2010.- Un grupo de personas sostiene caretas del fundador de Wikileaks, Julian Assange, frente a sus caras durante una manifestación a su favo en Brisbane (Australia) hoy, jueves, 9 de diciembre de 2010. Docenas de manifestantes han asistido gritando consignas como "Todos somos Julian Assange". Assange debe permanecer en prisión al menos hasta el próximo martes, 14 de diciembre, cuando sus abogados tratarán de conseguir que el juez le ponga en libertad bajo fianza, al | STEVE GRAY

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La Alta Comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Navi Pillay, rechazó ayer las «presiones e intimidaciones» a Wikileaks, defendió la libertad de información y recordó que es la Justicia y no los gobiernos quien debe determinar si el portal ha cometido algún delito.

«El caso Wikileaks lanza un debate entre el derecho a la libertad de información y la necesidad de proteger la seguridad nacional y el orden público. El artículo 19 del Convenio Internacional de Derechos Civiles y Políticos protege el derecho a la libertad de expresión y el derecho a la información y hay cláusulas que los restringen pero están determinadas por la ley», explicó Pillay en rueda de prensa. A juicio de la Alta Comisionada, «en principio, el señor Assange tiene el derecho a compartir libremente la información que tenga».

EEUU, delatado

En referencia a la información que Wikileaks ha filtrado a la prensa internacional, Pillay sólo hizo referencia a las revelaciones sobre las torturas en Irak y acusó a Estados Unidos de haber violado la Ley Humanitaria Internacional.

Ante esta situación, Pillay señaló que ya hay varios relatores especiales de Naciones Unidas que están estudiando las revelaciones y que se pronunciarán al respecto cuando hayan concluido sus informes.

El caso de la detención de Assange ha desencadenado también reacciones de apoyo entre varios mandatarios internacionales. El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, manifestó su protesta por el arresto, al considerar que atenta contra la libertad de expresión. «El culpable no es quién divulgó sino quién escribió una bobada», dijo el jefe del Estado de Brasil al defender la decisión de Assange de utilizar el portar WikiLeaks para divulgar mensaje secretos del Gobierno de Estados Unidos y sus embajadas en todo el mundo.

Por su parte, el primer ministro ruso, Vladímir Putin, planteó: «Si hay democracia, entonces que sea absoluta. ¿Para qué han encerrado al Señor Assange en la cárcel? ¿Esto qué es, democracia?». «¿Qué creen, que el servicio diplomático estadounidense es una fuente limpia y cristalina de información?», concluyó.