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El comisario europeo de Asuntos económicos y monetarios, Olli Rehn, acogió hoy positivamente el plan plurianual de ajuste y recuperación anunciado por Irlanda, y lo consideró una «base sólida» que permitirá concretar la ayuda financiera internacional requerida por Dublín.

En un comunicado, el comisario asegura que el plan de cuatro años, que mantiene el objetivo de situar el déficit público irlandés por debajo del 3% en 2014 (en 2010 superará el 32%), contiene un «buen equilibrio» entre medidas que afectan a los ingresos y a los gastos, con «el debido cuidado por la protección de los menos favorecidos».

El llamado «Plan de Recuperación Nacional», presentado por el gobierno de Dublín, prevé recortes de 3.000 millones de euros en las prestaciones sociales, el ahorro de 1.200 millones a través de la eliminación de 24.750 puestos de funcionarios y una subida generalizada de los impuestos.

La primera fase del plan echará a andar el próximo 7 de diciembre en el Parlamento con la presentación de los presupuestos generales para 2011.

El ajuste de 6.000 millones de euros previsto para 2011 es «apropiado», en la medida en que, según Rehn, permitirá hacer frente a tiempo a los desafíos presupuestarios sin impedir que se consolide la incipiente recuperación de la economía irlandesa.

Rehn valoró igualmente las reformas estructurales incluidas en el plan, porque «estimulan las exportaciones y la recuperación de la demanda interna».

La aplicación de dichas reformas «ayudará a la ambiciosa estrategia de ajuste fiscal emprendida por las autoridades y permitirá la vuelta a unas finanzas sostenibles», argumenta el comisario.

En consecuencia, según el comunicado, el plan del Gobierno irlandés constituye una «base sólida» para avanzar en las negociaciones sobre el programa conjunto de política económica en el que se apoyará el desembolso de la asistencia financiera internacional que Irlanda solicitó el fin de semana pasado a la UE y al Fondo Monetario Internacional.