Protesta en Marsella del sector público y privado. | Reuters

TW
0

Francia vivió ayer una nueva jornada de protestas contra la reforma del sistema de pensiones, aprobada ya por el Senado, con una clara caída de la participación en comparación con las citas anteriores.

El Gobierno cifró en 375.000 los franceses que salieron a la calle en las 241 marchas de todo el país y habló de un «retroceso neto» de la afluencia a las manifestaciones.

Desánimo

El dato está por debajo de los 560.000 del pasado 28 de octubre, en la última protesta contra el texto que elevará la edad mínima de jubilación en Francia de los 60 a los 62 años y de los 65 a los 67 años para acceder a la pensión íntegra.

Los sindicatos hablaron de 1,2 millones de personas las que se manifestaron en la jornada de ayer, lluviosa en gran parte del territorio galo, frente a los cerca de dos millones en que cifraron la participación del 28 de octubre.

No obstante, Bernard Thibault, el secretario general del mayor sindicato de Francia, la CGT, afirmó que su agrupación irá «hasta el final».

El consenso de los sindicatos se mantiene en las dos principales agrupaciones, pues la CFDT tampoco quiere romper la unidad sindical, aseguró su responsable, François Chéreque.