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El consejo de gobierno del Banco Central Europeo (BCE) decidió hoy mantener los tipos básicos de interés en la zona del euro en el 1 por ciento por décimo octavo mes consecutivo.

La institución europea informó en Fráncfort de que también dejó inalterada la facilidad marginal de crédito, por la que presta dinero a los bancos, en el 1,75 por ciento.

A su vez, el BCE mantuvo la facilidad de depósito, por la que remunera el dinero, en el 0,25 por ciento.

El Banco de Inglaterra dejó inalterados los tipos de interés en el mínimo histórico del 0,5 por ciento y no modificó tampoco el programa de emisión de dinero para la reactivación del mercado crediticio.

En EEUU las tasas se sitúan actualmente entre el 0 y el 0,25 por ciento, en Japón entre el 0 y 0,1 por ciento y en Suecia en el 0,75 por ciento.

A partir de las 12.30 horas GMT, el presidente del BCE, Jean-Claude Trichet, dará más detalles de las deliberaciones del consejo de gobierno en una conferencia de prensa en su sede en Fráncfort.

El analista de Commerzbank Michael Schubert descartó que el BCE se vaya a mover hoy en una dirección u otra a diferencia de lo que ha hecho esta semana el Banco de Japón (BoJ) y que hará la Reserva Federal estadounidense (Fed), previsiblemente, en noviembre.

El BoJ redujo por sorpresa los tipos de interés hasta un rango de entre el 0 y el 0,1 por ciento, como entre los años 2000 y 2006, para impulsar la reactivación económica y comprará activos por valor de 43.500 millones de euros.

Los mercados descuentan que la Fed anunciará a comienzos de noviembre más compras de deuda pública para impulsar su economía.

Sin embargo, el banco europeo se ha mostrado crítico con el uso excesivo de medidas no convencionales por los posibles efectos negativos.

El BCE ha prestado a los bancos comerciales del área euro liquidez ilimitada desde la quiebra de Lehman Brothers y teme que muchas entidades de crédito no hagan esfuerzos para reducir la dependencia de sus facilidades y buscar financiación en el mercado de dinero.

Además, si existe demasiado dinero del banco central en el mercado aparecen riesgos inflacionistas a largo plazo.