El ministro francés de Inmigración, Eric Besson, en la foto dando la mano al ministro de Exteriores rumano, Teodor Baconschi. | Reuters - ROBERT GHEMENT

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El Parlamento Europeo (PE) exigió de forma oficial al presidente francés, Nicolás Sarkozy, que «suspenda inmediatamente» su política de expulsiones de gitanos rumanos y búlgaros.


En una resolución por escrito aprobada con una mayoría clara (337 votos a favor, 245 en contra y 51 abstenciones), el pleno del Parlamento Europeo reunido en Estrasburgo (Francia) expresó su «profunda preocupación» ante las repatriaciones y advirtió de que cualquier expulsión «masiva» viola la legislación europea.

Socialistas


El texto impulsado por socialistas, liberales, verdes e Izquierda Unitaria se impuso en una tensa votación a la propuesta del Partido Popular Europeo -familia política de Sarkozy-, que evitaba mencionar a Francia y recordaba los límites al principio de libertad de circulación y el derecho de los Estados miembros a garantizar su seguridad interior.


Tras una semana de encendidos debates parlamentarios, la postura del centroizquierda prevaleció y fue finalmente apoyada también por diputados conservadores de algunos países.


«Hoy el Parlamento Europeo ha señalado la oposición fundamental de la UE a la xenofobia y a la violación de los derechos de los ciudadanos que durante los últimos meses ha sido agitada por la política derechista de algunos Estados miembros», señaló en nombre del grupo Socialista Hannes Swoboda.


El texto aprobado lamenta, en ese sentido, la «retórica inflamatoria y abiertamente discriminatoria que ha marcado el discurso político durante la repatriación de gitanos» y advierte de que ese tipo de declaraciones alimentan el racismo y las acciones de los grupos de extrema derecha.


Además de a París, las críticas del PE se dirigen a Bruselas, pues los diputados critican a la Comisión Europea (CE) por su «tardía y limitada» respuesta.


La Eurocámara recuerda que en los últimos meses Francia ha «expulsado o retornado 'voluntariamente'» a «cientos» de gitanos comunitarios y que todas las «expulsiones masivas» están «prohibidas por la Carta Europea de Derechos Fundamentales y por la Convención Europea para la Protección de los Derechos Humanos».
Por ello, pide firmeza a Bruselas y le reclama que verifique rápidamente si las políticas de Francia y otros Estados miembros con los gitanos violan o no las normas comunitarias.