Aung San Suu Kyi, líder de la oposición a la Junta Militar birmana y premio Nobel de la Paz, no accederá a los comicios. | Efe

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La Junta Militar de Birmania (Myanmar) anunció ayer la celebración de elecciones el próximo 7 de noviembre, las primeras en dos décadas de férreo control y diseñadas a la medida de los generales para perpetuarse en el poder.

El anuncio fue hecho por medio de la televisión unos días después de que el supersticioso caudillo del régimen, el general Than Shwe, celebrara en Naypyitaw, la nueva capital, una fiesta para recibir a un elefante blanco, cuya reciente captura fue interpretada por la junta como una señal de buen augurio.

«El elefante blanco es símbolo de poder y justicia. El país que posee uno está libre de peligros», destacó en su portada el diario oficial «Nueva Luz de Myanmar» coincidiendo con anuncio electoral.

Los vaticinios sobre los resultados que la votación arrojará son diferentes para los gobiernos occidentales, Naciones Unidas y los activistas demócratas de este país asiático, que consideran que el proceso electoral persigue consolidar en el poder a los militares que desde hace medio siglo sojuzgan Birmania.

Presos políticos

Una y otra vez, la comunidad internacional ha advertido que la exclusión de la líder de la oposición y Nobel de la Paz, Aung San Suu Kyi, y de los cerca de 2.000 birmanos encarcelados por motivos políticos, restarán legitimidad a los comicios.

Suu Kyi y su Liga Nacional por la Democracia (LND), formación a la que los generales impidieron acceder al poder a pesar de ganar los comicios de 1990, decidieron boicotear la votación tras calificar de «injusta» la normativa electoral.

15 años arrestada

La citada legislación prohíbe a esta mujer presentar su candidatura por haber sido condenada y por el hecho de que, hasta que enviudó, estuvo casada con un extranjero; el británico Michael Aris.

En la actualidad, la Nobel de la Paz, que ha vivido en cautividad 15 años, cumple un arresto domiciliario que está previsto expire a mediados del próximo noviembre, después de consumada la llamada «hoja de ruta hacia la democracia» trazada por la Junta Militar.