Ban Ki-moon, Karzai y Clinton posan con otros participantes en la Conferencia de Kabul a su término, ayer en la capital afgana. | S. SABAWOON

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La Conferencia de Kabul concluyó ayer con el apoyo de la comunidad internacional a que el Gobierno afgano gestione la mitad de la ayuda al desarrollo en un plazo de dos años y a que sus fuerzas de seguridad actúen en todas las provincias a finales de 2014, como había pedido el presidente, Hamid Karzai.
En una declaración emitida al término de la reunión, que congregó a 70 delegados de países y organizaciones internacionales, los reunidos dieron «su firme apoyo a que se canalice al menos el 50% de la ayuda al desarrollo a través del grueso de los presupuestos del Gobierno afgano en dos años». La comunidad internacional se comprometió además a asignar en los próximos dos años el 80% de la ayuda a los «programas nacionales prioritarios» del Gobierno, lo cual no significa que todos estos fondos pasen por sus arcas.
Reformas necesarias
A la vez, el Ejecutivo de Karzai debe acometer «las reformas necesarias para fortalecer sus sistemas públicos de gestión financiera, reducir la corrupción, mejorar la aplicación presupuestaria y aumentar la recaudación» para financiar sus planes económicos.
Los delegados aludieron también a un compromiso adquirido por Karzai y recordaron que «las fuerzas de seguridad afganas deben liderar y llevar a cabo las operaciones militares en todas las provincias para finales de 2014».
La comunidad internacional se comprometió a dar la ayuda financiera y logística necesaria para que, en octubre de 2011, el Ejército afgano esté formado por 171.600 efectivos y la policía por 134.000, asunto que se considera primordial.
Sobre el plan de paz propuesto por Karzai, los delegados se limitaron a dar su consentimiento a los puntos que ya se habían hecho públicos, siempre que se respeten «los valores y los derechos, incluidos los de las mujeres».