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Habitaciones de hoteles caras, permisos de construcción sospechosos, dobles salarios... el estilo de vida de los ministros franceses sale a la luz en un momento en el que el presidente Nicolas Sarkozy se ha propuesto imponer medidas anti-crisis estrictas y prepara una impopular reforma de las pensiones. La revista satírica Le Canard pone de manifiesto varios ejemplos de ello: el escándalo de los puros cubanos y de la Villa Saint-Tropez.
Según el semanario, el secretario de Estado para el Desarrollo en la región de París, Christian Blanc, gastó 12.000 euros en puros cubanos en diez meses. Asegura que recientemente pagó 3.500, correspondientes a su «consumo real de los puros», y asegura ignorar el resto correspondiente a los 8.500 euros.
Jet privado
La revista también recoge que el secretario de Estado de Cooperación, Alain Joyandet, ha obtenido fácilmente un permiso de construcción en una villa cerca de Saint Tropez, incluso exagerando la superficie inicial y violando las normas de planificación local. Joyandet ya es conocido por haber alquilado un jet privado de 116.500 euros durante un viaje ministerial.
La revista ironiza sobre el secretario de Estado para el Deporte, Rama Yade, que se ha visto obligado a explicar los 667 euros que pagó por una noche en un hotel en el sur de Àfrica. Estas revelaciones llegan en un mal momento: después de meses de recesión y con un país que se enfrenta a una deuda abismal. Por ello Francia ha adoptado como sus vecinos europeos, un plan de austeridad, anunciado en junio con una reducción del gasto público en 45 millones de dólares para alcanzar la meta de un déficit del 3% en 2013.
«El público es extremadamente sensible a cualquier cosa que muestre una brecha entre los sacrificios necesarios y la remuneración», aseguró el analista político Stéphane Rozès, presidente del PAC (Asesoramiento, análisis y perspectivas).
La oposición ha reaccionado inmediatamente ante estas informaciones que han revolucionado la vida política francesa: «en realidad es la República del contra-ejemplo», se lamentó el ex líder del Partido Socialista, François Hollande, mientras que el jefe del Partido Comunista, Marie-George Buffet aseguraba estar «conmocionado».