Ciudadanos empadronados en Chelsea acuden a votar a un pub de la zona habilitado como centro electoral. g Foto: KEVIN COOMBS/REUTERS | Efe - Kevin Coombs

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El recuento oficial de los votos de las elecciones generales celebradas este jueves en el Reino Unido confirmó que no habrá ninguna fuerza política con mayoría absoluta en el Parlamento de Westminster, algo que no ocurre desde 1974.

A falta de conocer el resultado en 33 de las 650 circunscripciones del país, el Partido Conservador de David Cameron ha obtenido 291 escaños, lo que matemáticamente le impide alcanzar los 326 diputados en los que se establece la mayoría absoluta.

El Partido Laborista del primer ministro Gordon Brown obtiene 247 parlamentarios y el Partido Liberal Demócrata de Nick Clegg 51, mientras que otros partidos, principalmente unionistas norirlandeses y nacionalistas escoceses y galeses, se reparten otros 27.

Los «tories» obtuvieron 10,1 millones de votos, un 36,1% del voto popular (un aumento del 3,9%), los laboristas 8,2 millones, un 29,2% (un retroceso del 6,3%), y los liberaldemócratas 6,4 millones, un 22,9% del voto (un incremento del 1%).

A la espera de conocer el resultado en los 33 distritos pendientes, los conservadores tendrán que buscar apoyos para tener una mayoría parlamentaria suficiente que les permita gobernar.

El «hung Parliament» (Parlamento colgado, sin mayoría absoluta) también puede abrir la puerta a una coalición entre laboristas y liberaldemócratas, cuyos líderes anunciaron que comparecerán públicamente a lo largo de la mañana para explicar sus estrategias.

Gordon Brown regresó esta mañana al número 10 de Downing Street, procedente de su circunscripción electoral en Escocia, en un gesto que dejó claro que tiene intención de explorar las distintas posibilidades, ya que una victoria clara de los conservadores le hubiera obligado a mudarse inmediatamente para dar paso a Cameron.

Brown entró en la que ha sido su residencia desde 2007, cuando sucedió a Tony Blair, y no quiso hacer comentarios, pero uno de sus ayudantes, Justin Forsyth, informó a través de Twitter de que lo primero que hizo el primer ministro fue irse a dormir.

Lo más probable es que laboristas y liberaldemócratas superen juntos a los «tories» en número de escaños y que se puedan sentir legitimados para intentar formar el nuevo Gobierno, con el argumento de que reúnen más del 50 por ciento del voto popular.

Juntos, en la situación de recuento actual, tienen un 52,1% del voto popular, muy por encima del 36,1% «tory».

Cameron dijo en la noche electoral que los laboristas «han perdido el mandato para seguir gobernando el país», pero Brown replicó afirmando: «soy el líder del Partido Laborista, pero también tengo una responsabilidad con el país. La economía es muy importante para nuestro futuro y tenemos que enviar al mundo el mensaje correcto».

Clegg manifestó que «el resultado final de las elecciones todavía es impredecible» y pidió que «nadie se precipite a la hora de reclamar algo o de tomar decisiones que no aguanten el paso del tiempo».

No hay un plazo establecido para las eventuales negociaciones que entablen las fuerzas políticas y el único límite es la fecha del 25 de mayo, día previsto para «el discurso de la Reina», en el que la monarca expone ante el Parlamento el programa del nuevo Gobierno.

La reina Isabel II ha pronunciado tradicionalmente este discurso en la semana posterior a las elecciones, pero la perspectiva de que el nuevo Parlamento no fuera a tener una mayoría absoluta llevó al Gobierno hace semanas a posponer la cita real en Westminster.