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La capilla ardiente con los restos mortales del presidente de Polonia, Lech Kaczynski, y su esposa, María, fue abierta ayer a mediodía al público en el palacio presidencial de Varsovia, ante el que aguardaban miles de personas para despedirse del matrimonio.
Los féretros cerrados de Kaczynski y su esposa fueron colocados sobre sendos catafalcos negros, cubiertos con la bandera de Polonia y con coronas de flores blancas, frente a un pasillo con alfombra roja por el que los ciudadanos podían circular para rendir honores a la pareja presidencial.
Una escolta militar de ocho hombres, cuatro soldados por féretro, veló por los fallecidos, ante los que fueron los primeros en despedirse su hija Marta y el hermano gemelo del presidente, Jaroslaw Kaczynski, visiblemente emocionados.
La capilla ardiente fue abierta pocas horas después de la llegada a Varsovia en un avión militar de los restos mortales de María Kaczynska.
Fuentes gubernamentales anunciaron ayer que el matrimonio Kaczynski reposará en la fortaleza de Wawel, situada sobre una colina en Cracovia que está considerada la Acrópolis polaca y que guarda en su castillo y catedral los restos mortales de cerca de una veintena de monarcas polacos de los siglos XIV al XVIII, así como los de numerosas personalidades históricas del país.
Los funerales se celebrarán este próximo sábado en Varsovia y el entierro tendrá lugar el domingo. Entretanto, el presidente interino, Bronislaw Komorowski, prometió ayer que hoy mismo dará a conocer la fecha de las elecciones presidenciales anticipadas y designará lo antes posible los cargos que han quedado vacantes a raíz del trágico accidente.