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El secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki Moon, pidió ayer ante al presidente de Israel, Simón Peres, a las milicias de Gaza que cesen «inmediatamente» sus ataques con cohetes contra las localidades vecinas en el Estado judío. El máximo representante de la ONU hizo este llamamiento en una rueda de prensa tras reunirse con Peres en su residencia de Jerusalén ayer, tras concluir la jornada sabática judía, en el primero de sus dos días de visita a Israel y los territorios palestinos ocupados.
El pasado jueves un inmigrante tailandés murió a causa de uno de esos proyectiles del tipo Kassam, fabricados a partir de caños de tuberías y que rara vez causan víctimas, aunque generan alarma social en Israel y presión sobre su Gobierno. Ayer cayeron en Israel sin causar víctimas otros dos cohetes.
Ilegales
Ban, quien por la mañana subrayó en la ciudad cisjordana de Ramala la ilegalidad de todos los asentamientos judíos en territorio palestino, solicitó también la puesta en libertad «por motivos humanitarios» del soldado israelí Guilad Shalit, capturado por tres milicias palestinas en junio de 2006.
En tono firme, Peres exigió a Ban en su turno de palabra que Naciones Unidas tome una «posición muy clara» ante el hecho de que los captores de Shalit no hayan permitido a la Cruz Roja Internacional hacer «una sola revisión médica» al soldado en sus cerca de cuatro años retenido.
Un joven palestino ha muerto y otro resultó gravemente herido por los disparos de fuerzas israelíes en Cisjordania durante la visita de Ban Ki Moon. El fallecido había participado en una manifestación violenta contra los soldados israelíes en la ciudad cisjordana de Nablús. El muerto, de 16 años, falleció por disparos de las Fuerzas de Defensa Israelíes, según los médicos palestinos.