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Más de medio centenar de personas resultaron heridas en enfrentamientos entre manifestantes palestinos y policías israelíes en Jerusalén después de que el movimiento islamista Hamás declarara la jornada de ayer el «Día de la Ira».
Los principales choques se registraron en la vieja ciudadela, en el barrio de Ras El Amud y Wadi Joz, en el campo de refugiados de Shuafat y en las aldeas vecinas de Isawíe y Abu Dis, antes de extenderse al paso de Kalandia, en la frontera con Cisjordania.
Según fuentes palestinas e israelíes, medio centenar de manifestantes y tres agentes fueron heridos en los enfrentamientos, que se desataron después de que grupos de manifestantes palestinos, algunos enmascarados, lanzaran piedras a la policía israelí.
Antidisturbios
Los choques se reprodujeron a lo largo de la mañana de manera intermitente también en otros puntos de la parte palestina de la ciudad, donde la policía empleó porras, balas recauchutadas y granadas de estruendo para disolver a los grupos de manifestantes.
Helicópteros militares israelíes sobrevolaron de continuo la ciudad, que había amanecido tomada por la policía para impedir el acceso de manifestantes desde los alrededores.
Más de doscientas personas participaron en una protesta pacífica frente a la Puerta de Damasco, en las murallas de la vieja ciudadela, encabezada por el ex candidato presidencial palestino Mustafa Barguti y el diputado árabe-israelí Taleb A-Sana.
«Hemos venido aquí a decir que no cederemos, que esta es la capital del futuro Estado palestino», dijo Barguti, que instó a los manifestantes a no emplear medios violentos.
La protesta fue disuelta por la policía tras el lanzamiento de una piedra a los agentes que vigilaban el acto.
Hamás había declarado desde Gaza el «Día de la Ira» para protestar por la inauguración de una histórica sinagoga situada en el barrio judío de la vieja ciudadela de la ciudad santa.
Según el movimiento islamista, los trabajos de rehabilitación del templo judío habían dañado la cercana mezquita de Al Aqsa, tercer lugar sagrado del Islam tras las ciudades de la Meca y Medina.
La efervescencia en las calles de Jerusalén ya se había traducido en las últimas semanas en frecuentes choques por varias decisiones israelíes de construir en zonas palestinas de la ciudad.
La nueva espiral de violencia coincidió con el agravamiento de la crisis diplomática entre Israel y EEUU, que ha obligado a aplazar indefinidamente las negociaciones indirectas que israelíes y palestinos habían acordado celebrar con mediación norteamericana.
Mitchell aplaza su visita
Poco antes de iniciar los disturbios, la presidencia israelí aunució con un comunicado que la Embajada norteamericana en Tel Aviv informó a las autoridades de Israel de que el enviado de EEUU, George Mitchell, había aplazado su visita a la región.
«La Embajada de EEUU en Israel ha contactado con la Presidencia esta mañana para informar de que el enviado especial no llegará hoy a Israel», dice el comunicado difundido por la oficina del presidente, Simón Peres, con quien Mitchell iba a entrevistarse.
La aprobación del proyecto para construir 1.600 viviendas en un barrio judío en una zona del norte de Jerusalén ocupada por Israel en 1967 coincidió con la visita del vicepresidente norteamericano, Joe Biden, lo que desató una crisis entre los dos países sin precedentes desde mediados de los setenta.