Silvio Berlusconi, con gesto serio y los ojos cerrados, en una imagen captada el lunes tras la reunión mantenida con el presidente de Egipto. Foto: EFE

TW
0

OTR/PRESS-ROMA

El primer ministro de Italia, Silvio Berlusconi, se encuentra inmerso nuevamente en un escándalo tras la publicación de las conversaciones que mantuvo con la prostituta de lujo Patrizia D'Addario. El semanario 'L'Espresso', que el lunes publicó parte de las grabaciones, divulgó ayer cuatro nuevas conversaciones. Así las cosas, los escándalos personales parecen haberle pasado factura a 'Il Cavaliere', que según un sondeo ha perdido cuatro puntos en los dos últimos meses.

Los abogados del 'premier' reaccionaron rápidamente y anunciaron acciones legales contra todos aquellos medios que reproduzcan este material, sobre el que pesa el «secreto» de oficio, no sin antes poner en duda la «veracidad y licitud» de dichas grabaciones.

El diario 'L'Espresso' volvió ayer a echar leña al fuego con la publicación de cuatro nuevas conversaciones. En una de ellas se dice: «Ten en cuenta que él no utiliza el preservativo...», advierte por teléfono Gianpaolo Tarantini, el 'empresario' de las supuestas fiestas eróticas del primer ministro italiano Silvio Berlusconi, a la prostituta de lujo Patrizia D'Addario, unas horas antes del primer encuentro entre estos dos últimos.

La respuesta de la mujer es seca: «Pero, ¡no es posible sin preservativo! ¿Cómo voy a poderme fiar?». Y Tarantini: «Pero... es Berlusconi». «Y tú, ¿quién eres?... Oye, que... ¿sabes cuánta gente se ha quedado...?», le advierte D'Addario. «Y tú, ¿sabes cuántos exámenes se hace él?», replica éste.

Si bien el lunes fueron los abogados de Berlusconi los que salieron en defensa del 'premier', ayer lo hicieron algunos de sus ministros, tales como el jefe de la diplomacia italiana, Franco Frattini, que, preguntado al respecto por los periodistas, respondió que él no se ocupa de «basura».

Desde el mundo empresarial, también hubo quien defendió a Berlusconi, como el miembro del Consejo de Administración de Mediobanca Tarak Ben Ammar, que calificó la publicación de estas conversaciones como «un ataque a Italia».

Desde la oposición, en cambio, se pidió a Berlusconi que aclare lo sucedido. A pesar de ello, el Senado rechazó ayer la petición presentada por el Partido Demócrata (PD) para que esta cuestión sea discutida en el Parlamento lo antes posible.

El presidente de los senadores demócratas, Luigi Zanda, lamentó el rechazo de esta petición ya que los escándalos relacionados con la vida privada de Berlusconi están poniendo en riesgo incluso la seguridad nacional, aseguró.