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EFE-JERUSALÉN
Agentes policiales acantonados en la ciudad cisjordana de Hebrón evacuaron, tras violentos enfrentamientos con extremistas israelíes, a las tres familias de colonos atrincheradas en un edificio palestino ocupado ilegalmente. Al menos 18 personas resultaron heridas en los choques entre las fuerzas policiales y decenas de militantes de asentamientos judíos vecinos que se habían concentrado desde anoche en la zona para impedir el desalojo, según fuentes policiales.

Los incidentes se produjeron ya antes de que los agentes de la policía de fronteras irrumpieran en el edificio ocupado desde hace un mes por las familias, que se habían atrincherado en su interior después de que el Tribunal Superior de Justicia ordenase su desalojo y autorizase a los agentes del orden a emplear la fuerza.

Trece de los heridos son policías y cinco extremistas, explicaron las fuentes, que precisaron que los radicales arrojaron pintura a un agente y le causaron heridas en un ojo.

El desalojo en sí de las familias, todas con hijos pequeños, se produjo sin violencia y no se informó de víctimas, según fuentes policiales, que señalaron que aún debían ser evacuados del edificio unos quince extremistas para completar su misión.

Los alrededores del edificio fueron declarados zona militar cerrada por el Ejército israelí, que controla la seguridad general en ese sector de Hebrón, donde residen unos 130.000 palestinos.

Los colonos se instalaron en el edificio, bautizado «Beit Shapira» (La casa de Shapira), alegando primero que lo compraron, y después que lo habían alquilado, pero con títulos de propiedad falsos, según el fallo de los magistrados de ese Tribunal superior.

Los intentos previos para una evacuación voluntaria del edificio fracasaron, dijeron hoy fuentes policiales antes de proceder al desalojo.