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Ocho oficiales superiores de las fuerzas terrestres de los Guardianes de la Revolución iraníes -ejército ideológico del régimen- murieron ayer en un accidente de avión en el que también perdieron la vida tres miembros de la tripulación.

«El avión se dirigía de Teherán a Orumiyeh (noroeste) y se estrelló no lejos del poblado de Aidin-Lu debido a problemas técnicos», declaró Jamshid Mohammad-Zadeh, vicegobernador para cuestiones políticas y de seguridad de la provincia de Azerbaiyán-Oeste.

Por otra parte, el portavoz del Gobierno iraní, Gholam-Hossein Elham, anunció ayer que Irán se dispone a reanudar la investigación en materia nuclear, suspendida desde hace dos años y medio, bajo la supervisión de inspectores de la Agencia Internacional de la Energía Atómica (AIEA), según informa la agencia oficial IRNA.

«Como se había anunciado, la investigación nuclear se reanudará en presencia de representantes de la AIEA», señaló el rueda de prensa el portavoz, subrayando que «la reanudación de la investigación no está sometida a prohibiciones legales» y que, de hecho, «se suspendió de forma voluntaria».

Ante todo ello, la presidencia austríaca de la Unión Europea (UE) mostró su «preocupación» por la intención de Irán de reanudar la investigación nuclear y no descartó aplicar sanciones contra Teherán en el futuro, aunque reconoció que todavía no ha llegado el momento para considerar medidas de ese tipo.

«Estamos muy preocupados por la tendencia de la política iraní», aseguró el canciller austríaco, Wolfgang Schüssel, en la primera jornada de trabajo de la presidencia austríaca de la UE con los miembros de la Comisión Europea.