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EUROPA PRESS-LIMA
La designación de Fernando Olivera como nuevo ministro de Asuntos Exteriores de Perú ha generado una grave crisis ministerial en el Gobierno que ha obligado al presidente, Alejandro Toledo, a pedir la renuncia de todo su gabinete, después de que se conociera la dimisión irrevocable presentada por el primer ministro, Carlos Ferrero, y el ministro de Vivienda, Carlos Bruce.

Olivera, líder del Frente Independiente Moralizador (FIM, aliado del partido oficialista 'Perú Posible') y hasta hace unas horas embajador peruano en España, juró el jueves por la tarde su cargo como nuevo responsable de la Diplomacia peruana en sustitución de Manuel Rodríguez Cuadros, a pesar de las distintas voces contrarias a su designación.

Los rumores sobre una posible crisis en el Gobierno si Olivera se ponía al frente del Palacio de Torre Tagle se materializaron sólo unas horas después de que el ex embajador peruano jurara su cargo, al conocerse la renuncia, con carácter «irrevocable», presentada por el primer ministro y el titular de Vivienda. Bruce mantuvo en los últimos días una gran polémica pública con el flamante canciller Olivera, después de que durante una ceremonia oficial celebrada la semana pasada, el líder del FIM desairó al renunciante ministro al negarse a saludarlo y dejándolo con la mano extendida, hecho que indignó a ministros del oficialismo.