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SUMAN PRADHAN-KATMANDÚ

El Rey Gyanendra de Nepal destituyó ayer al Gobierno, asumió todos los poderes para los próximos tres años y declaró el estado de emergencia en su país, lo que supone un fuerte agravamiento de la crisis política en este reino del Himalaya. «Ejerzo los derechos que concede a la corona la actual Constitución y disuelvo el Gobierno», dijo el monarca, al anunciar unas medidas que han sido calificadas de «anticonstitucionales» y «golpe de estado» por representantes de partidos políticos, que pidieron que no se revelara su identidad.

Después de que el rey anunciara el estado de emergencia, el Ejército Real nepalí tomó las calles de Katmandú y puso bajo arresto domiciliario al primer ministro, Sher Bhadur Deuba, y otros líderes políticos, señalaron las fuentes de los partidos. Tras ser destituido, Deuba dijo a varios periodistas que pudieron entrar en su residencia que «nos opondremos a estas medidas del rey», que es la segunda vez que lo destituye, según informó la agencia india PTI.

Vehículos blindados del Ejército patrullan las calles de la capital nepalí y, además de la casa de Deuba, mantienen rodeadas las de otros dirigentes políticos, entre ellos Madhav Kumar Nepal, secretario general del Partido Comunista de Nepal-Marxista Leninista Unificado (NCP-UML), el principal grupo de la coalición de Gobierno. Las líneas telefónicas en la ciudad están cortadas y tampoco hay acceso a los teléfonos móviles dentro del área de Katmandú, cuyo aeropuerto internacional se encuentra cerrado, según las fuentes de los partidos.

Un portavoz de la Autoridad de Aviación Civil india en Nueva Delhi confirmó el cierre del aeropuerto de Katmandú y señaló que los vuelos que se dirigían allí han sido devueltos a su origen o desviados a otros aeropuertos. Hasta el momento, no se ha informado de disturbios en la ciudad.