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EFE-DILI Timor Oriental emprendió el sendero de la democracia con la pacífica votación celebrada ayer para elegir a los miembros de la Asamblea Nacional, y estrenó la libertad que le da potestad para resolver los muchos problemas que deberá afrontar. La antigua colonia portuguesa, que dos años atrás terminó con la ocupación del Ejército indonesio durante 25 años, vivió una jornada electoral tranquila y festiva al mismo tiempo.

El jefe de la Administración Transitoria de Naciones Unidas para Timor Oriental (UNTAET), el brasileño Sergio Vieira de Mello, destacó la masiva afluencia a las urnas, en las que los timorenses depositaron su voto por alguno de los más de un millar de candidatos de 16 partidos políticos que aspiran a los 88 escaños de la Asamblea Nacional.

«Ha sido una respuesta masiva e increíble, y en medio de un comedido entusiasmo», manifestó el jefe de UNTAET. Al término de la votación, los índices de participación iban del 70 por ciento al 97 por ciento en gran parte de los colegios electorales de los 13 distritos administrativos de la ex colonia portuguesa.