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EFE - ISLAMABAD Centenares de activistas islámicos y estudiantes de instituciones religiosas organizaron ayer una protesta en Islamabad donde juraron resistir el despliegue de los observadores de Naciones Unidas para vigilar el cumplimiento de las sanciones contra los Talibán. Más de 500 manifestantes desfilaron desde una mezquita en la capital paquistaní hasta el centro de la ciudad, mientras coreaban eslóganes en contra de las Naciones Unidas y los Estados Unidos y de apoyo a los Talibán.

Vigilados por un amplio contingente policial, los manifestantes llevaban pancartas en las que podían leerse citas contra el despliegue de observadores de la ONU a lo largo de la frontera entre Pakistán y Afganistán. El Consejo de Seguridad aprobó el 30 de julio el establecimiento de un mecanismo para reforzar el embargo internacional de armas a los Talibán, impuesto en 1999, controlar los campos de entrenamiento militar en Afganistán y luchar contra el narcotráfico.

Mientras tanto, los diplomáticos occidentales que durante una semana intentaron en vano entrevistarse con los cooperantes detenidos en Kabul bajo la acusación de realizar «proselitismo cristiano» podrán regresar mañana a la capital afgana. Fuentes diplomáticas alemanas informaron ayer de que los talibán han comunicado en Pakistán a las legaciones diplomáticas afectadas -Alemania, Australia y Estados Unidos- que sus representantes podrán retirar hoy un nuevo visado de entrada en Afganistán.