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EFE-WASHINGTON El Fondo Monetario Internacional (FMI) acudió ayer en ayuda de Argentina y Brasil, en un intento por paliar una crisis financiera que amenaza con extenderse a otros países de América del Sur. El director del FMI, Horst Koehler, se mostró partidario de adelantar durante este mes un desembolso de 1.200 millones de dólares "unos 230.000 millones de pesetas" para Argentina, como parte del «blindaje financiero» concedido a ese país en diciembre del año pasado.

Los anuncios simultáneos del máximo ejecutivo del Fondo ocurrieron después de que el presidente de EE UU, George W. Bush; el presidente del gobierno español, José María Aznar, y el primer ministro británico, Tony Blair, analizaran los problemas económicos de ambas economías. Fuentes financieras indicaron que desde que estallara la crisis, especialmente la de Argentina, se ha planteado el temor de que sus efectos se extiendan a otros países de la región.

El subsecretario del Tesoro de Estados Unidos, John Taylor, concluye ayer su visita a Argentina tras haber avalado el nuevo plan económico del Gobierno y con el compromiso del «sistema financiero» de colaborar para hacer frente a la crisis que sufre este país suramericano. El «número dos» del Tesoro estadounidense celebró este sábado una reunión con economistas locales país antes de emprender por la noche el regreso a Washington con un panorama más claro y completo de la magnitud de la crisis argentina.