Radislav Krstic, al entrar en el juzgado de La Haya, ayer.

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Krstic, de 53 años, es el primer acusado del TPIY que es condenado por genocidio, por participar en las deportaciones y ejecuciones masivas de miles de musulmanes en julio de 1995 en la localidad de Srebrenica, un territorio que contaba con la protección de «cascos azules» de las Naciones Unidas. «Usted es culpable, al saber que mujeres, niños y ancianos de Srebrenica fueron deportados, al haberse adherido al plan de ejecución masiva de todos los hombres en edad militar. Usted es culpable, general Krstic, de genocidio», dijo durante el juicio el juez Rodrigues.

Durante los primeros veinte días de aquel mes de julio, las fuerzas serbobosnias obligaron a los habitantes de Srebrenica a abandonar la ciudad, separaron a los hombres en edad militar de las mujeres, niños y ancianos y cometieron asesinatos masivos, según la estremecedora descripción de los hechos escuchada ayer en la sala. El juez Almiro Rodrigues, presidente de la sala primera del TPIY que pronunció la condena "la más larga dictada hasta ahora por el tribunal" expuso durante más de una hora un resumen de las pruebas aportadas durante el juicio.El proceso comenzó en marzo de 2000, y el juez aseguró que las fuerzas serbobosnias se dedicaron durante los primeros días de julio de 1995 a una auténtica «orgía de asesinatos».

Rodrigues recordó que la actuación del Cuerpo Drina del ejército serbobosnio, a cuyo mando estaba Krstic, causó la muerte de «entre siete mil y ocho mil hombres» de ese enclave bosnio y detalló las operaciones ordenadas por sus máximos responsables militares. Krstic, que escuchó la sentencia con semblante serio y sentado -sufre problemas de salud por la amputación de su pierna derecha, después de pisar una mina en 1994, y se apoya en dos muletas- supo de las operaciones de «limpieza étnica» ordenadas por las autoridades serbobosnias, dijo el juez. Durante el proceso quedó probado, recordó Rodrigues, que el ex general Krstic asumió el mando de las fuerzas serbobosnias responsables de las deportaciones y ejecuciones masivas el 13 de julio de 1995, fecha desde la que se tienen pruebas de esos crímenes, que constituyen un delito de genocidio.

El juez manifestó la incredulidad del tribunal acerca de la posibilidad de que Krstic no estuviera informado de lo que ocurrió en aquel trágico verano en el enclave de Srebrenica, que, dijo, se ha convertido en una referencia para los horrendos crímenes cometidos durante la guerra en los Balcanes. Para el tribunal quedó claro que existe una «responsabilidad colectiva» por el genocidio cometido en la guerra de Bosnia-Herzegovina, pero Rodrigues recordó que el TPIY fue creado para depurar «responsabilidades individuales» y por eso se juzgó la de Krstic, como comandante responsable de las tropas en aquella ocasión. Después de analizar las declaraciones de 128 testigos y las más de mil pruebas aportadas, la sala concluyó, según explicó en el día de ayer el juez Rodrigues, que las actividades de «limpieza étnica», expresión utilizada para describir las deportaciones y asesinatos masivos cometidos en las guerras balcánicas, «se convirtieron en un genocidio».