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Alejandro Toledo y Alan García, que han prometido a los peruanos trabajo y reactivación económica, culminan ayer una campaña para las elecciones presidenciales de mañana que estuvo salpicada de acusaciones personales. Según la ley electoral peruana, la propaganda política en medios de comunicación sólo se puede difundir hasta 24 horas antes de la fecha de las elecciones.

Alan García respondió ayer a las preguntas de un panel integrado por diversos especialistas, entre ellos economistas, un representante de la mayor central obrera y otro del mayor gremio empresarial, al que fue invitado por la emisora «Radio Programas del Perú». La emisora, que transmitió el acto simultáneamente con la cadena Panamericana Televisión, también invitó a Alejandro Toledo, quien se disculpó por no asistir, pero envió a especialistas de su partido Perú Posible para responder las interrogantes.

García ratificó sus propuestas de reactivar la agricultura, la construcción, de regular las tarifas de los servicios públicos y de crear trabajo, en tanto los portavoces de Toledo reiteraron que éste combatirá la pobreza, descentralizará la administración del país, y creará puestos de trabajo. La campaña electoral hacia la segunda vuelta fue enturbiada durante la mayor parte de su desarrollo por las denuncias y acusaciones de supuesta corrupción y conductas inadecuadas que cruzaron ambos candidatos.

También participaron de la llamada «guerra sucia» los principales líderes de sus partidos, Perú Posible de Toledo, y la centroizquierdista Alianza Popular Revolucionaria Americana (APRA) de García. Toledo acusó a García de tener un departamento de lujo y supuestas cuentas bancarias en París, y el ex gobernante al economista de la posesión de una cuenta de 700.000 dólares en Estados Unidos y de presunto consumo de cocaína.