Una imagen de archivo de la ruptura del ayuno del Ramadán que se hizo en la plaza de Pere Garau. | J.A. MONTAÑEZ

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El vídeo difundido el pasado 16 de mayo por el partido Vox en el que aparece el líder de este partido, Jorge Campos, y dos vecinas criticando que Pere Garau es un barrio peligroso, y en el que señalan además las mezquitas, está circulando de nuevo por la comunidad magrebí, que no descarta irse y cerrar sus negocios en esta barriada si el partido de ultraderecha consigue meter un pie en el gobierno del PP.

«Han hecho un discurso de odio», señala Dalal Hanin, presidenta de la Associació Trobada Marroquí per la Convivència i la Ciutadania, quien prevé «un escenario de choque» con el nuevo gobierno «por culpa de la carta de presentación que ha hecho Jorge Campos con ese vídeo. Estamos asustados y muchas familias, trabajadoras, se van a tener que ir».

La Plataforma de la Inmigración en Baleares, que agrupa a más de 20 asociaciones de distintas nacionalidades, recuerda que hay «más de 300 nacionalidades y el 70% está en situación irregular, unas 15.000 personas», destaca el representante Farouk Pino. Debido a la tormenta que acecha, se van a reunir de forma urgente para valorar el nuevo escenario. Esperan acuerdos positivos con el PP, pero a su vez temen que «la ultraderecha los contamine y no es nada bueno, ni para las Islas, ni para España, porque pueden coartar muchos de nuestros derechos y libertades por los que tanto hemos luchado».

Dice que los últimos cuatro años de gobierno socialista han sido una «lucha constante» sobre algunos derechos que veían vulnerados desde hace tiempo. Por ejemplo, la problemática que ha habido en torno a las citas previas para extranjeros, la renovación de permisos de residencia y el empadronamiento. La Plataforma recuerda su «última gran conquista», el permiso que consiguieron como entidad para acceder a la plataforma Mercurio (de la Oficina de Extranjería), en representación de las personas extranjeras para agilizar las citas previas y autorizaciones.

Por otra parte, las entidades que velan por las personas migrantes y en situación irregular matizan que si las familias deciden irse a otras comunidades, hará falta mano de obra. Recuerdan que esta población cubre principalmente los trabajos no cualificados y que son una gran parte del empleo de Baleares. La presidenta de la Federación de Asociaciones de inmigrantes de Baleares FADI, Aida Quisbert, denunció haber sufrido ataques racistas y xenófobos por grupos afines a Vox, y «tememos que este tipo de vulneraciones aumente en la calle».

La Comisión Islámica de Baleares se queda al margen de las valoraciones del nuevo escenario político. Su delegado, Mahfouz Abu Mahfouz, destaca que «los religiosos somos independientes de la política, no tenemos ninguna opinión», mientras que la Asociación China de Balears (Achinib) se mantienen «neutrales» pero «tenderemos la mano a aquellas fuerzas políticas que velen por los derechos y los intereses de la comunidad china», menciona el presidente, Fang Ji.