Fachada de la sede del Ajuntament d'Andratx. | Archivo

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Es difícil encontrar en la historia democrática de cualquier municipio de Mallorca una situación como la vivida esta legislatura en Andratx, donde hasta cuatro alcaldes se han ido sucediendo al frente del consistorio. El PI, Més y PSIB situaron de manera sucesiva a Katia Rouarch, Joan Manera y Toni Mir como primeros ediles. El socialista debía de hecho estar dos años al frente del Ajuntament, pero cuando todavía se encontraba en la mitad de su mandato, una moción de censura planteada por PP, Ciudadanos y los propios regionalistas –que formaban todavía parte del equipo de gobierno- alzaría a la ‘popular’ Estefanía Gonzalvo como alcaldesa durante los últimos once meses de legislatura.

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Ahora, la presidenta del Partido Popular en Andratx quiere volver a ganar las elecciones –como ya ocurriera hace cuatro años- pero aspira a hacerlo con una ventaja que impida la reedición del pacto de izquierdas, toda vez que es una incógnita hacia qué bando se decantará El PI en caso de que votos sean necesarios para formar gobierno municipal.

Eso sí, no le resultará fácil aglutinar votos en un municipio en el que comparecen otros dos partidos que pueden restarle sufragios: Ciudadanos, que confía de nuevo en Ángel Hoyos como cabeza de lista, y Vox, que luchará esta vez por entrar en un Pleno que abandonan durante los próximos cuatro años dos exalcaldes del PP –Jaume Porsell y Llorenç Suau– y el de Més, Joan Manera, todos ellos en puestos bajos de sus respectivas listas a las elecciones del 28 de mayo.