Pedro Sánchez durante un mitin en Barcelona. | David Zorrakino

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El presidente Pedro Sánchez acepta participar en un debate con los candidatos del PP, Cs y Unidas Podemos en RTVE el 22 de abril y en otro con el mismo formato el día 23 en Atresmedia, aunque lo considera una «anomalía» y un «error impropio de una democracia establecida», ha informado la dirección del PSOE.

Sánchez, que señala que así el PSOE «no podrá ser acusado nunca de impedir la celebración del debate», resuelve de esta manera el conflicto generado en torno a los debates electorales, en el que el PP, Cs y Unidas Podemos apostaban por debatir el día 23 en Atresmedia y el PSOE por hacerlo en RTVE el mismo día.

Una situación a la que se llegó después de que la Junta Electoral Central (JEC) no permitiera el debate a cinco con Vox que todos ellos habían aceptado celebrar el 23 en Atresmedia. Según el PSOE, Sánchez ha pedido a su Comité Electoral que reconsidere su posición y acepte los dos debates, «ante la posibilidad real de que no hubiera ninguno».

El Comité Electoral de los socialistas, que coordinan el secretario de Organización, José Luis Ábalos, y el consultor Iván Redondo, ha lamentado la «imposibilidad de los distintos partidos y de los operadores públicos y privados de alcanzar un acuerdo en la organización de una única emisión televisiva, tal y como es la norma internacional repetida en todas las democracias avanzadas del mundo».

Tras subrayar que Sánchez «hubiera preferido realizar un único debate entre las principales formaciones estatales que concurren a las elecciones», ha defendido que «España necesita grandes acuerdos y mayorías» y que la postura del presidente está «basada en el acuerdo público de los tres partidos de oposición respecto a su participación en los debates».

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«Si mantienen una opinión coincidente, no será por parte del PSOE que no se llegue a una solución de consenso», señala el comunicado de los socialistas, que hace hincapié en que forma parte de sus «principios políticos» el «primar el acuerdo entre mayorías». También considera que es una «anomalía la celebración de dos debates presidenciales en dos días consecutivos» y recuerda que «no hay precedente alguno en la historia de las democracias occidentales de un planteamiento semejante desde la invención de la televisión».

El PSOE defiende que los debates electorales entre candidatos a la presidencia del gobierno son un compromiso con los ciudadanos asumido desde que, en 1993, Felipe González aceptó, siendo presidente del gobierno, la celebración del primero de ellos en democracia.
Desde esa fecha, nunca un candidato socialista ha rechazado la celebración de debates en las diferentes campañas que han tenido lugar, apuntan, y subrayan que el PP rechazó celebrarlos en los años 1996, 2000 y 2004.

También, que en 2015 pactó con la cadena privada que lo organizaba no ser representado por su candidato a la presidencia y que, en 2016, de nuevo, el PP rechazó la celebración de un 'cara a cara' entre los cabezas de lista de los dos principales partidos.

Tras insistir en la necesidad de regular los debates electorales, para «facilitar su celebración ordenada y recurrente» e impedir la «creación de innecesarios conflictos entre los partidos y los operadores televisivos», el PSOE recalca que será un «honor» para Pedro Sánchez mantener dos debates y poder explicar a la ciudadanía su proyecto para España y su acción de gobierno.

Dice además que espera los dos debates sirvan para «movilizar a los indecisos, además de mostrar a los españoles las mentiras, la demagogia y las insidias con las que se emplean los lideres de las derechas» para atacar al candidato socialista