La imagen es de la campaña de 2015. Armengol e Hila abrazan a Miralles. | Pere Bota

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Francesc Miralles (Algaida, 1976) dijo varias veces ‘no’ a propuestas de su partido, desde 2015. Y eso es algo que pesa mucho a la hora de definir equipos.

Es algo que han indicado desde el PSIB a este diario para explicar las razones que han llevado a la secretaria general del PSIB y presidenta autonómica, Francina Armengol, a no contar con el aún vicepresidente del Consell de Mallorca y conseller insular de Cultura.

Miralles admite que eso es cierto; hace memoria y recuerda algunas pero afirma que, «naturalmente» que votará al partido socialista y que colaborará si lo necesitan.

Miralles, que hace cuatro años parecía ser el ‘delfín’ de Armengol, dijo este jueves que la próxima candidata a presidir el Consell, Catalina Cladera, le había ofrecido días antes cerrar la candidatura y que lo rechazó.

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«La verdad es que no entiendo qué ha pasado, estoy dolido», comentó. Luego precisó que «yo sé que es complejo elaborar listas», recordó que fue alcalde de Algaida dos veces por mayoría absoluta y se mostró un tanto sorprendido de que (en palabras suyas), «lo que se valora para ir en las listas, es decir la buena gestión, haya pasado en mí a un segundo plano».

Colaboradores de Miralles, cargos socialistas en el Consell y personas muy próximas a la dirección del PSIB explican que no hay nada que reprocharle sobre cómo ha gestionado su área en el Consell pero que «no es muy político».

Cuando estas fuentes utilizan la expresión de que «no es muy político» se refieren al distanciamiento entre Miralles y Armengol desde 2015. Y señalan que rechazó, en varias ocasiones, propuestas de la dirección. Por ejemplo, ser candidato al Congreso cuando el PSIB decidió prescindir de Ramon Socías después de las elecciones de 2015 y apostó por Pere Joan Pons para las del año siguiente. También se planteó que optara a la secretaría general del partido en Mallorca cuando lo dejó Silvia Cano.

«Sí, preferí dedicarme a mi puesto en el Consell», afirma.

«Es muy buen gestor pero siempre hay que descartar a la hora de formar nuevos equipos», dicen desde el PSIB que recuerdan que cuando Miralles fue candidato se renovó la totalidad del equipo anterior. En 2015, el PSIB ofreció a Miralles, aunque sin mucho empeño, que negociara un mandato a medias con Més: dos años Ensenyat y dos él.
«No me pareció adecuado», dijo este jueves.