El candidato del PSOE saluda a los simpatizantes a su llegada al acto de cierre de campaña. | Manuel H. de Le

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El candidato socialista a la Presidencia del Gobierno, Alfredo Pérez Rubalcaba, cerró ayer la campaña electoral pidiendo a sus simpatizantes que sigan «trabajando» y explicando el programa del PSOE en las próximas 48 horas, porque «queda mucho por hacer y nada está escrito». «Ahora estamos cero a cero, porque en las urnas no caben las encuestas, sólo los votos», proclamó.

En su último mitin, ante 7.000 personas en la localidad madrileña de Fuenlabrada, Rubalcaba pidió a los suyos que aprovechen estas horas para seguir hablando de programa, de proyecto y de valores y que salgan a buscar a los que han votado al PSOE en otras ocasiones y a día de hoy siguen recelosos.

«Se pueden hacer muchas llamadas, muchas conversaciones, os pido que las hagáis, que peleéis», añadió. De este modo, aunque los partidos políticos no podían seguir pidiendo el voto a partir de la pasada medianoche, animó a sus simpatizantes a continuar la campaña.

Horas antes, en un mitin celebrado en Jerez de la Frontera (Cádiz), Rubalcaba instó a sus simpatizantes a explicar, especialmente a «la gente que nos ha votado mucho tiempo y que ahora está en su casa», que España necesita «un PSOE fuerte» que evite el «monopartidismo» de la derecha.

Acompañado del presidente de la Junta de Andalucía, José Antonio Griñán, y del presidente federal del PSOE, Manuel Chaves, Rubalcaba cerró la campaña del PSOE en Cádiz, provincia por la que fue diputado en la última legislatura, y alertó de que si el PP alcanza «el poder absoluto» también recortará «absolutamente» poniendo como coartada la crisis.

La abstención

Rubalcaba se refirió también a los riesgos de fragmentación del voto de la izquierda y al de la abstención, porque «no votar no construye hospitales ni soluciona problemas», y lamentó que muchos piensen que ahora sea igual votar al PSOE que al PP porque quienes en realidad van a mandar son los mercados.

A ellos se dirigió diciendo que el candidato del PP, Mariano Rajoy, y él no se parecen «en nada» y apuntó que su objetivo será poner la economía «al servicio de las personas» porque si política fue la decisión de que los mercados «camparan a sus anchas», también será política la decisión de acabar con esta situación.