Alfredo Pérez Rubalcaba junto a José Blanco, en el acto electoral celebrado ayer en Pontevedra. | MIGUEL VIDAL

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El candidato socialista, Alfredo Pérez Rubalcaba, ha decidido echar el resto en esta campaña y pedir el voto casa por casa, debido a la situación de urgencia que él mismo reconoce y convencido de que la mejor red social es el «boca a boca».

Queda una semana para las elecciones y las cosas no pueden pintar peor para el PSOE según las encuestas, por lo que Rubalcaba se ha subido a un microbús para recorrer más de mil kilómetros en un día y alternar dos grandes actos electorales en Galicia con la visita a tres pequeñas localidades.

En estos mítines de bolsillo, el candidato socialista lanza los mismos mensajes que en los grandes, pero los acompaña, además de tortilla de Betanzos, de comentarios cómplices y frases cercanas.

«Yo me encargo de la caña y tú de convencer a unos cuantos vecinos para que me voten», le ha dicho a una mujer que le pedía: «Dales caña».

Agoreras encuestas

Un día después de las agoreras encuestas publicadas por diversos diarios de tirada nacional, Rubalcaba tampoco se ha referido a ellas en Vigo, pero sí en una rueda de prensa en Madrid, tras reunirse con el secretario general de UGT, Cándido Méndez, en la que ha indicado que él no hace pronósticos sino que mira hacia adelante.

«Van a sufrir en primera persona cómo entiendo que deben analizarse las encuestas cuando a uno no le van bien: cuando a uno no le van bien lo que tiene que hacer es trabajar muchísimo más», ha advertido a los periodistas que cubren la campaña del PSOE a los que ha dicho: «Siento que mi trabajo les influya a ustedes. Procuraré hacérselo lo más agradable posible».

Rubalcaba reprochó al líder del PP, Mariano Rajoy, que «nunca se haya enfrentado a nada» y que ahora tampoco tenga «el valor» de presentar sus «verdades» y que esconda su programa «debajo de la mesa» o «camuflado detrás de frases extrañas».