El presidente del Partido Popular, Pablo Casado. | Cristian Calvo

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El líder del PP, Pablo Casado, ha solicitado este miércoles que el debate a cinco entre los principales candidatos a la Presidencia del Gobierno se celebre tras conocer el paro del mes de octubre, un dato que, a su entender, el socialista Pedro Sánchez «intenta evitar» porque «España no va bien».

Ante la decisión de Pedro Sánchez de celebrar solo un debate a cinco para las elecciones del 10 de noviembre, Casado ha afirmado que él está dispuesto a debatir «como siempre» y acepta esa propuesta, pero ha recalcado que el PP quiere que se haga «una vez que se publiquen los datos de paro».

«Nos da la sensación de que el Gobierno está intentado evitar unas cifras que previsiblemente no van a ser buenas», ha resaltado, tras recordar los 13.000 nuevos parados en septiembre y los 54.000 desempleados en agosto, así como la «destrucción de 200.000 afiliados a la Seguridad Social».

En este punto, ha subrayado que aunque se esté intentado «situar otras cuestiones en la agenda» política, al PP lo que le «preocupa» es el paro, porque al final del empleo depende la «sostenibilidad de las pensiones, el futuro de los jóvenes, el acceso a una vivienda y tener buena sanidad y una buena educación».

Casado ha afirmado que el Gobierno de Sánchez «ya no puede ocultar las cifras económicas» que empiezan a llegar en materia de paro, «desaceleración» de las exportaciones, en inversión internacional, consumo de los hogares o turismo.

El líder del PP ha destacado que hasta Sánchez ha reconocido públicamente que hay «un enfriamiento de la economía». «España no va bien», ha proclamado, una frase que recuerda a la que en su día empleó el expresidente José María Aznar ('España va bien') cuando gobernaba el PP.

«Como hay un enfriamiento de la economía, lo que tenemos que hacer es que manos expertas en la gestión económica vuelvan al Gobierno de España», ha manifestado, para añadir que el jefe del Ejecutivo en funciones ha realizado unas declaraciones «muy preocupantes» reconociendo que es «incapaz» de gestionar la actual situación.

El presidente de lo populares ha afirmado que el PP quiere «evitar» la crisis económica. «Nos comprometemos a que si hay una crisis internacional en España, no la paguen los de siempre», ha enfatizado.

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Además, Pablo Casado ha calificado de «electoralista» el anuncio de Sánchez de actualizar las entregas a cuenta a las comunidades autónomas antes del 10 de noviembre. A su entender, se trata de «un conejo de la chistera» para «arañar» votos y escaños en los comicios.

Tras reprochar al jefe del Ejecutivo la «utilización» que está realizando de las instituciones del Estado, ha denunciado la «discriminación partidista» del Gobierno al reunirse solo con los presidentes de las comunidades gobernadas por el PSOE, en lugar de convocar el Conejo de Política Fiscal y Financiera (CPFF) como demandó el PP.

«Creo que todo el mundo ha entendido que esto ha sido electoralista. No podemos entender por qué Sánchez hace una semana decía que era imposible entregar a las comunidades autónomas lo que ya se había recaudado por parte de sus contribuyentes».

Además, Casado ha asegurado que hay un «dato muy preocupante» en relación con las exportaciones españolas con Estados Unidos, tras la decisión de Donald Trump de «gravar productos del sector agroalimentario español» que, según ha dicho, «va a suponer un coste de mil millones para la economía nacional».

Casado ha recalcado que son «fundamentales» esas exportaciones de aceite de oliva y jamón. «Ibérico o serrano, dependiendo de en qué zona se dé el mitin», ha apostillado, en alusión a la confusión de Sánchez con el jamón serrano en un acto que celebró en Zafra.

Por eso, ha recalcado que las relaciones con Estados Unidos «se tienen que intensificar» porque en su día Felipe González y Ronald Reagan estaban en las «antípodas ideológicas» pero «se acabaron llevando bien», como hicieron -según él- José María Aznar y Rajoy con los presidentes norteamericanos con los que convivieron.

«El problema es que, igual que Zapatero tuvo una mala relación con Estados Unidos, Pedro Sánchez la está teniendo con la administración americana. Y esto al final se acaba pagando. La guerra comercial la está pagando España», ha advertido, para insistir en que Sánchez debe liderar esa negociación en el marco de la UE.

Por eso, ha asegurado que si gana las elecciones en noviembre su compromiso es «tener una posición fuerte a nivel internacional» para que los aranceles no afecten a la industria agroalimentaria española u otros sectores.