La irrupción de la inteligencia artificial (IA) revoluciona sectores económicos enteros, reconfigura modelos de negocio y altera el mercado laboral. El buscador de Google ha sido la fuente fundamental de información en línea para más del 90% de usuarios en el mundo; sin embargo, las búsquedas IA de las nuevas compañías han desplazado la tradicional lista de páginas webs del buscador. Del simple «Consejos para pedir una hipoteca» pasamos a preguntas más complejas y personalizadas, del tipo «Dame 10 consejos importantes a la hora de plantearme solicitar un préstamo hipotecario para adquirir mi primera vivienda. Resido en Illes Balears, soy autónomo, tengo 35 años y gano unos 3.500€ netos al mes».
Google se ha visto forzado a incorporar su tecnología IA a las búsquedas. De momento, con una vista creada con IA previa al clásico listado de webs; el modo IA de Google, ya implantado en EE.UU, llegará pronto a España, minimizando la investigación página a página y ofreciéndonos una información completa al estilo ChatGPT o Perplexity. Si el lector hace la prueba, entre los 10 consejos comunes a las diferentes IA encontrará no superar el 35% de ratio de endeudamiento, aportar ahorros, tener avalistas en la recámara, aportar la documentación completa de su actividad, buscar ayudas para jóvenes o comparar y elegir el préstamo hipotecario más competitivo y que encaje en nuestro perfil de riesgo. Google y ChatGPT incorporan el excelente consejo de asesorarse previamente o contratar los servicios de un intermediario de crédito inmobiliario y Perplexity aconseja que los ingresos fiscales declarados en el IRPF sean «lo más reales posibles».
Si bien la IA referencia y enlaza a las fuentes, ya no las visitaremos con la misma frecuencia que antes. Si queremos profundizar en algún consejo, lo natural es que sigamos «conversando» con la IA, que seguirá usando contenidos de terceros para responder. Para el consumidor el cambio trae más ventajas que inconvenientes: uno se ahorra tiempo saltando de página en página para despejar sus dudas. De hecho, los resultados IA irán mejorando y el resumen de la información multicanal será de más calidad.
No culpo a la IA de la minusvaloración del asesoramiento hipotecario independiente: tenemos tan poca cultura financiera que nos creemos que pagar por asesorarnos es un lujo prescindible. Lo que sí espero es que inocule esta mala práctica a otros aspectos de nuestra vida, como la salud. Los modelos de lenguaje de la IA se nutren del conocimiento humano para responder con calidad. Hasta ahora, existía un contrato social entre Google y los creadores de contenido: a cambio de aportar mis conocimientos a Internet, me envías usuarios a mi web. ¿Con la IA, qué visitas recibirá nuestra web?
Cuando el interrogador de IA quiera contratar nuestros servicios o, también, cuando valore la información de primera mano. Una conclusión parece clara: la creación de contenidos de calidad deja de premiarse con visitas informativas. ¿Tienes un modelo de negocio online que genere ingresos solo con visitas transaccionales? Antes o después, las empresas tras la inteligencia artificial se darán cuenta que sin generar ingresos a los humanos que volcamos nuestro conocimiento privado al público, el preciado maná de conocimiento desaparece. En el camino, modelos de negocio morirán y otros nacerán.