Luis García Langa
Luis García Langa

Analista financiero

¿Ha llegado el momento de comprar petroleras?

TWL

Los mercados se han llevado un susto: el Parlamento iraní aprobó el pasado domingo cerrar el Estrecho de Ormuz. Ya hablé la semana pasada de lo que esto suponía para el precio del petróleo, así que hoy no es el momento de entrar en ello. Además, al menos en el momento de escribir este artículo, hay cierta tregua entre Israel e Irán, y, por supuesto, con EEUU cuyos bombardeos a enclaves nucleares iraníes fueron los causantes de la aprobación del cierre del estrecho.

De hecho, ni siquiera el mercado se asustó: el mismo lunes en la apertura los reaccionaron con tranquilidad, con bolsas mixtas y con petróleo subiendo muy poco. Pero aún con esto, el aviso serio ya está dado. Y ojo, porque el petróleo desde mínimos de este año ha subido mucho, aunque también es cierto que todavía está barato. Posiblemente por eso ha pasado más de puntillas la amenaza iraní, al menos de momento. Una forma de proteger a las carteras ante un escenario de fuerte subida del petróleo es comprar petroleras. Además podría ser una protección sin sacrificar rentabilidad en caso de tendencia alcista de las bolsas:

Realmente hay cierta correlación entre las bolsas y las petroleras (son parte importante de algunos índices). Pero esta correlación se pierde puntualmente en momentos de estrés: podrían bajar las bolsas y subir las petroleras ejerciendo de «cobertura natural». Ahora bien, quien quiera incorporar este tipo de activos en cartera tiene que tener muy presente dos cuestiones importantes: La primera es que no es lo mismo comprar una petrolera que otra, hay distribuidoras, hay productoras, hay que tienen todos los servicios, unas más caras y otras más baratas.

La segunda es el tema ambiental: a día de hoy tenemos clasificaciones de sostenibilidad cada vez más acertadas que ayudan a tomar decisiones. Para vencer esta problemática, la clave es la diversificación. Y aquí de nuevo hay alternativas. Una es integrar acciones en cartera, por ejemplo combinar gigantes que integran todo como ExxonMobile, con otras con más peso en distribución como Repsol o Shell, con otras con más peso en producción como ConocoPhillips, incluso comprar alguna con más foco en la sostenibilidad ambiental como Total Energies o, sobretodo, Neste.

Realmente, ¿cuánta gente podría, por capacidad económica y por conocimientos de estas empresas, integrar varias petroleras dentro de una cartera con varios sectores más? Como tantas veces, los fondos de inversión ayudan muchísimo al inversor. En este caso lo más acercado a una diversificación pura de petroleras sería vía ETFs, por ejemplo el iShares Oil & Gas Exploration & Production UCITS ETF (el que se muestra en el gráfico). También se podría recurrir a fondos convencionales (con más ventajas fiscales que los ETFs y las acciones) pero en este caso serían fondos de energía, no solo de petróleo. Buscar esta cobertura natural también se puede hacer invirtiendo directamente en petróleo, por ejemplo vía ETCs (parecido, en su operativa para el inversor final a los ETFs) aunque se pierde el componente «bolsa» que sí tienen las acciones o fondos de petroleras.