¿Cómo están evolucionando las cifras de demanda para Menorca esta temporada?
En términos de búsquedas, estamos en cifras muy parecidas al año pasado. Lo interesante es ver cómo se comporta la disponibilidad de plazas aéreas, que está prácticamente igual, con solo un 0,23% de variación. El cruce entre estas dos variables es fundamental para entender el comportamiento real de la temporada.
¿Qué ha cambiado entonces respecto a otros años?
Lo más destacable es que abril y mayo van a funcionar mejor, mientras que junio, julio y agosto no van a crecer. Es más, en temporada alta hay una ligera bajada que, sin embargo, se compensa con el mejor comportamiento de los meses de abril, mayo y octubre. Se está notando un cambio en la distribución de la demanda.
¿Qué mercados emisores están creciendo más?
El mercado francés sigue disparado, con un 10% más de capacidad aérea respecto al año anterior. En una década, el crecimiento de la llegada de franceses a Menorca ha sido espectacular. La conexión marítima con Toulon ha funcionado también muy bien. Hoy por hoy, Francia es ya el tercer mercado en importancia y ha superado a Italia, que baja un 16%.
¿Qué está pasando con el mercado italiano?
Es un mercado muy inestable. Como no tiene una aerolínea de bandera fuerte, depende en gran medida de compañías como Ryanair, Vueling o Volotea. Por ello, muchas rutas se abren y desaparecen en un año. Además, el turista italiano está muy concentrado en julio y agosto, lo que no ayuda nada a la desestacionalización. También destaca Portugal, que en apenas dos años, ha llegado al nivel de Suiza.
¿Suiza es un mercado importante para Menorca?
Más que importante, es un mercado muy interesante porque son los que más gastan. Es el mercado que tiene mayor impacto económico en gasto en destino. La pena es que la demanda para esta temporada no está tan viva este año. Dependen mucho de Easy Jet y si la compañía apuesta por otro destino, esto afecta. Por otro lado, el mercado portugués, el checo o el eslovaco que busca el low cost y aquel apartotel que todavía no se ha reformado y por lo tanto, está a un precio inferior, crece.
Oímos hablar del mercado estadounidense pero me gustaría saber si es más un espejismo o una realidad.
Es una realidad. Los americanos que llegan a Menorca, sea en crucero o en avión, tienen un perfil alto, con un gran poder adquisitivo. Lo vemos en el gasto con tarjeta, y también en las valoraciones que dejan, muchas veces en agroturismo de lujo o hoteles de cinco estrellas. Te diría que tras los suizos, son los que más gastan por persona.
¿Puede haber un efecto Trump que lo enrarezca?
El efecto Trump está presente y lo estamos notando, tanto de la caída en viajar de Europa a Estados Unidos como incluso viceversa. En este sentido, la oferta aérea ha aumentado pero la demanda no está respondiendo igual. Veremos cómo evoluciona.
¿Cuál es el mercado que más impacto económico tiene en Menorca?
Si miramos únicamente el indicador de gasto, sigue siendo el Reino Unido. Aunque han perdido peso relativo, su volumen es todavía muy relevante.
Me interesaría saber también, Àlex, qué tipo de producto turístico busca el visitante hoy día.
Desde 2014 estamos detectando una tendencia clara y es que el turismo activo, está superando en menciones al sol y playa; y juega un importante rol en la desestacionalización de la demanda. Cuando digo turismo activo me refiero a running, ciclismo y actividades vinculadas al Camí de Cavalls. Todo lo que tenga que ver con actividad física y contacto con la naturaleza tiene cada vez más relevancia. También gana peso la gastronomía, aunque con menos fuerza. El producto cultural crece, pero todavía de forma más tímida.
¿Ha tenido algún efecto el patrimonio talayótico en esa percepción?
A nivel de percepción turística, el «efecto talayot» no ha emergido como motor de atracción destacado. De momento, no lo estamos viendo reflejado en los indicadores, la verdad.
¿Crees que el cambio climático está afectando a la percepción del destino?
Nosotros medimos la satisfacción con el clima y estamos viendo que está bajando en los meses de verano. En cambio, fuera de la temporada alta, la percepción es mejor. Esto también podría explicar el crecimiento de interés en meses como abril u octubre, donde además hay más planta hotelera abierta. El año pasado Semana Santa fue a finales de marzo, este año ha caído en abril. A día de hoy, los datos indican que avanzamos hacia una temporada de siete meses.
¿Cómo está afectando la inflación al comportamiento del turista?
Hay una clara tendencia a reservar más tarde. Y aunque las dinámicas de inflación venían del 2022, los precios han seguido subiendo. Entre junio y agosto, las tarifas han crecido un 11% de media, con un 8% en hoteles de tres estrellas y más del 10% en cuatro estrellas.
¿Menorca se está quedando como un destino caro?
Sí, pero eso obligará también a estar atentos a lo que se ofrece a cambio. Si subes precios, el visitante esperará un nivel de servicio y experiencia acorde. Y ahí es donde se puede generar una tensión.
¿Cómo valora la satisfacción global del visitante?
Es alta, de 83 puntos sobre 100 posibles, especialmente en los primeros meses de temporada. Pero a finales de agosto, los comentarios bajan en calidad y el Índice de Satisfacción Global se resiente. Todo lo que requiere mano de obra intensiva, es decir servicio, limpieza, atención, se resiente. Es un indicador que conviene vigilar.