El Son Brull Hotel & Spa, ubicado en Pollença, es uno de los seis de Balears que forma parte de la asociación, y el único de Mallorca. Pertenece a Relais & Châteaux desde 2005.

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En 1954, ocho hosterías francesas, casas que dan comida y alojamiento, se unieron bajo el nombre de Relais de Campagne, para hacer publicidad conjunta. Bajo el eslogan ‘La Route du Bonheur’, el camino a la felicidad, se presentaban como establecimientos con una «acogida perfecta, acondicionados con elegancia según las necesidades de los nuevos tiempos, con buen restaurante». Fue una idea de Marcel Tilloy, organizador de espectáculos y propietario de la hostería La Cardinale, ubicada en Le Pouzin, en la región de Ródano-Alpes, que unía a ocho establecimientos estaban ubicados en las afueras de las ciudades, entre París y Niza. Con los años, más establecimientos se unieron al sello. Y en 1975, los Relais de Campagne se asociaron con los Châteaux-Hotels, fundados en 1962 por Raymond Thuilier y René Traversac, y con los Relais Gourmands. Así surgió la asociación Relais & Châteaux, con el objetivo de facilitar que hoteleros y grandes chefs pudieran compartir con sus huéspedes y comensales momentos de armonía, de celebración de los sentidos y de viajes legendarios. Hoy, la asociación está formada por 580 hoteles y restaurantes en todo el mundo, seis de ellos en Balears. La mayoría de restaurantes y hoteles que cuentan con este sello son propiedad de empresarios independientes, muchos de ellos de ámbito familiar. Se consideran establecimientos «únicos» de empresarios «apasionados por su oficio y profundamente comprometidos con forjar relaciones cálidas y duraderas con sus huéspedes». De hecho, el lema de Relais & Châteaux es «Hacer un mundo mejor a través de la gastronomía y la hospitalidad».

Can Faustino Gran
Can Faustino Gran es un hotel 5 estrellas de Ciutadella formado por cuatro palacios señoriales del grupo francés Mare e Terra. Abrió en 2014. El restaurante Faustino ofrece cocina mediterránea basada en productores locales. En 2022 estrenaron la Casa de Pau, a 20 minutos del hotel, un huerto ecológico con acceso a la playa.

CASAS. Para esta marca, su oferta no se define como establecimientos, sino como casas. «Preferimos denominar a nuestros establecimientos como casas o aún mejor, grandes casas, dado que encarnan el valor que damos a esta palabra. En cada una de ellas, el viajero encontrará a una familia que le espera para recibirle», señalan, porque se trata de espacios acogedores y amables con raíces, ligados a la historia y al territorio para establecer relaciones desde la cercanía y la familiaridad. La figura del mâitre de maison, el amo de la casa, y del chef tiene una gran relevancia, ya que se le atribuye una personalidad y una visión de la hospitalidad que hacen que el huésped tenga esta experiencia de disfrute del momento y de los sentidos, compartiendo. Su misión es crear emociones y momentos inolvidables gracias a la elección de los productos y el cuidado de los detalles, que unen los sabores de la tierra que se degustan con la experiencia en sí misma, en el lugar y con la compañía. La marca Relais & Châteaux incluye también 600 villas particulares de lujo. Se encuentran cerca de hoteles, destacan por su privacidad y por estar «a la altura de los hoteles y restaurantes de lujo» tras haber pasado por una evaluación. Cuentan con una superficie mínima, cocinas totalmente equipadas, terraza, jardín y decoración y mobiliario de lujo.

Fontenille Torre Vella
A escasos diez minutos en coche del Santa Ponsa, también en Alaior, se ubica el agroturismo Fontenille Torre Vella, que ofrece 17 habitaciones y suites distribuidas en la finca principal y en edificios anexos. Tiene un espíritu chic bohemio. El restaurante Siempreviva estña dirigido por el chef catalán Albert Riera.

Desde enero de este año, el presidente de Relais & Châteaux (R&C) es Laurent Gardinier, copropietario del hotel Domaine Les Crayères en la Champaña y del restaurante parisino Le Taillevent. La presidencia cambia cada cinco años, cuando se renueva también parte del comité ejecutivo. Mar Suau, copropietaria del Son Brull Hotel & Spa, ha estado diez años en el comité de dirección de Relais & Châteaux, hasta principios de este año, y continúa en la Comisión de Calidad. Explica que ser parte de esta asociación es una carta de presentación, abre puertas a nuevos mercados y ofrece ventajas a hoteles familiares como el suyo. «Son Brull es un hotel Relais & Châteaux desde 2005 pero nuestra familia estaba en la asociación desde 1996 con otra propiedad, el hotel Cala Sant Vicenç. Mis padres conocieron la marca viajando por Francia y su ambición era ostentar este sello, que es una carta de presentación y una garantía de calidad», señala. «Lo más importante es que es una asociación de establecimientos individuales, no una empresa, y su misión es ayudar a los asociados en sus necesidades. A través de esta plataforma accedemos a nuevos mercados internacionales, tenemos formación y nos adelantamos a las tendencias. Es una manera de abrirnos al mundo. Por ejemplo, ahora se habla del mercado americano en Mallorca, pero nosotros hace veinte años que lo trabajamos. Y en 2014 presentamos nuestro manifiesto de sostenibilidad ante Naciones Unidas, antes incluso que esta institución», indica, en referencia a los 20 compromisos de R&C con la cocina y la hospitalidad.

Ser un establecimiento Relais & Châteaux no es fácil. Para ser miembro hay que cumplir más de 300 criterios de calidad que hacen referencia, entre otros, a la experiencia de cliente, la sostenibilidad o el personal. Los establecimientos que están situados cerca del candidato también pueden decir su opinión. Asimismo, los establecimientos reciben de forma periódica inspectores anónimos que llegan como clientes y que examinan el trato que reciben. Desde hace unos años se acepta a establecimientos de nueva creación, que entran con seis meses de periodo de prueba y en ese tiempo pasan la inspección.

R&C EN BALEARS. Seis establecimientos de Balears forman parte de la asociación. En Mallorca está el Son Brull y en Eivissa, el Mirador de Dalt Vila. En Menorca hay cuatro: los agroturismos Fontenille Santa Ponsa y Fontenille Torre Vella, ambos del grupo francés Les Domaines de Fontenille; y dos propiedades del grupo francés Mare e Terra: Can Faustino Gran, que en 2015 se convirtió en el primer R&C de Menorca, y Cap Menorca, un hotel rural que abrirá sus puertas este verano.