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Aunque todavía no tienen mucho peso en el conjunto de bolsas mundiales, toda cartera de inversión debería incorporar valores de bolsas emergentes. Ya sea por el potencial de algunos países, por la calidad de algunas de sus empresas o por el simple hecho de diversificar en mercados, a veces, poco correlacionados con los tradiciones, las empresas que cotizan en índices de países emergentes deben ser consideradas a la hora de invertir.

Como no podía ser de otra forma, el país emergente bursátilmente más importante es China con gigantes como la tecnológica Tencent, la líder en comercio electrónico Alibaba (que anunció su escisión hace algunos meses) del mediático Jack Ma o la aseguradora AIA Group. Por sectores, el peso del consumo y de las telecomunicaciones es muy grande en la bolsa china (casi la mitad) seguido por los servicios financieros, dejando al resto como residual. En cuanto a su tendencia, el MSCI China ha sido muy castigado en los últimos meses: a pesar de una fuerte subida desde mínimos, debería recuperar un 100% para estar a niveles de máximos de 2021 (también son históricos).

Por peso, Taiwan es otro de los grandes, sin embargo hay que tener en cuenta que prácticamente todo el peso es gracias a Taiwan Semiconductor. Se trata de la empresa más importante de semiconductores, hoy en día uno de los sectores más estratégicos, no solo económico sino también para la geopolítica mundial. De hecho es el origen de la guerra comercial entre China y EEUU y, por supuesto, de la tensión prebélica en Taiwan.

Otro de los gigantes emergentes es la India, uno de los favoritos de muchos analistas, aunque está siendo de los peores índices este año tras haber sido uno de los pocos que experimentó una subida en el pasado 2022. Se trata de un índice muy bancarizado (25%) gracias a, entre otras, Icici Bank o Housing Dev. Finance, tecnológico (15%) por Infosis o Tata y energético (12%) especialmente por la principal acción india, Reliance Industries.

Hay otros dos países asiáticos con bastante peso en el mundo bursátil emergentes pero, ambos, gracias a una cotizada. Por un lado la bolsa coreana es un índice puramente tecnológico (42%) por su peso en Samsung, empresa que equivale a casi un 32% del MSCI Korea.

La compañía más grande del mundo es la petrolera y gasista de Arabia Saudita (90% propiedad de su propio gobierno) Aramco, mucho lector la conocerá por ser el patrocinador principal de Aston Martin, equipo del asturiano Fernando Alonso en Fórmula 1. A pesar de parecer lo contrario, el energético no es uno de los sectores más presentes en las bolsas emergentes, de hecho solo pesa un 6% del total, siendo los más importantes el financiero, el tecnológico y el consumo cíclico.

Por último, saliendo de Asia, se puede invertir en Brasil, mercado algo diferente con mucho peso en el sector financiero, las materias primas y la energía, que también se está comportando peor en este 2023, pero fue otro de los pocos (junto a India) que cerró en verde el año pasado. Por supuesto, invertir en estas empresas puede ser muy complicado para el pequeño inversor. De esta manera, la mejor opción es contar con fondos de inversión de uno o varios de estos países.