En el hotel Minura Sur Menorca se han instalado el pasado mes de febrero 177 paneles fotovoltaicos que supondrán un ahorro de un 15%.

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Nuevo nombre, nuevos colores, nuevo logotipo y nueva imagen. El Grupo Galdana ha presentado este mes de abril una nueva denominación de marca con la que a partir de ahora se identificará en el mercado al grupo hotelero que gestiona en Menorca el Hotel Cala Galdana, los Apartamentos d’Aljandar, el Hotel Sur Menorca y el parque acuático Splash. Se trata de Minura Hotels, cuya designación evoca la leyenda sobre el nombre que los fenicios dieron a la isla cuando la descubrieron, y con el que la segunda generación de las familias Casals y Reus, como miembros del consejo de administración, afrontan una nueva etapa para sus establecimientos. Un cambio de siglas que culmina tras un proceso de inversión en sus establecimientos en materia de sostenibilidad, pero especialmente de transformación estratégica de la compañía desde el punto de vista comercial, transitando hacia un nuevo enfoque pensado en el cliente final sin dejar del todo la turoperación. Una imagen renovada que rinde homenaje a sus orígenes y a su vocación de ser unos excelentes anfitriones para todo aquel que venga a la isla en busca de unas merecidas vacaciones.

ORIGEN. La vinculación del apellido Casals al frente de la dirección y gestión de este grupo de capital balear, que comparte propiedad con la familia Reus y la familia Miret, lleva más de cincuenta años de operativa en Menorca, más si tenemos en cuenta que uno de los primeros hoteles que se construyeron en la urbanización de Cala Galdana en 1969, ubicada en el municipio de Ferreries, fue precisamente el hotel Cala Galdana, con 204 habitaciones. En paralelo se levantaron 62 apartamentos que en un primer momento se querían destinar a financiar la construcción del hotel pero que, finalmente, se adscribieron al complejo hotelero como las Villas d’Aljandar. Ese mismo año, el Grupo Galdana construiría también el Hotel Sur Menorca, con 227 habitaciones en la urbanización de Biniancolla, perteneciente al municipio de Sant Lluís, así como 32 apartamentos integrados en el mismo recinto. Más tarde, en 2015 llegaría la construcción del parque acuático con una extensión de 18.000 metros cuadrados. Unos hoteles y unas instalaciones enfocadas a un turismo familiar nacional e internacional que provenía principalmente de la turoperación y que les llegaba a través de tres grandes operadores: Jet2, TUI y Jumbo.

CAMBIO. Pero los profundos cambios de hábitos provocados en la sociedad tras el uso generalizado de las nuevas tecnologías, -con las que el cliente pasaba a reservarse directamente sus propias vacaciones-, la caída sobrevenida de algún turoperador de referencia y el refuerzo internacional de Menorca como destino seguro tras la irrupción de la pandemia, generó un periodo de reflexión en la compañía sobre su estrategia de futuro. «Cuando el coronavirus nos obligó a parar a todos, tuve mucho tiempo para meditar sobre nuestro grupo y decidí en aquel momento, cuando las cosas no estaban nada claras, que tenía reforzar mi equipo de gestión con la incorporación de una nueva dirección comercial y de operaciones que, junto a la dirección de marketing, me ayudara a afrontar la nueva era ante a la que entrábamos», explica Luís Casals, director general. «Talento menorquín con gran experiencia en el sector con el que habíamos de trabajar en una diversificación de clientes, dejando la turoperación para los extremos de la temporada, y al mismo tiempo, optimizar todas nuestras instalaciones para ser más eficientes y respetuosos con el medio ambiente más allá de lo que imponía la normativa, reforzando nuestras inversiones en materia de digitalización y sostenibilidad», detalla. A nivel de instalaciones se invirtieron más de tres millones de euros en automatización de energías, paneles solares e implantación de medidas de ahorro de agua, entre otras mejoras.

REBRANDING. Con este nuevo planteamiento de la compañía, iniciado tras la pandemia por parte de la dirección, se decidió apostar también por una nueva imagen corporativa que era imprescindible para el Grupo Galdana, ya que en el mundo turístico no se les conocía como marca sino más bien por sus hoteles, pero de manera independiente. Por ello, era necesario crear una marca paraguas con la que poder proyectarse al mundo después de 54 años. «A partir de ahora teníamos que hablar directamente a los consumidores y nos tenían que conocer», explica Deborah Schalenbach, directora comercial de Minura Hotels. De este modo, iniciaron un proceso de rebranding de la compañía con el que poder fijar la estrategia de marca que al mismo tiempo serviría de refuerzo para poner negro sobre blanco su verdadera identidad y los valores con los que se sienten identificados en el grupo los 262 empleados que trabajan en sus establecimientos. «No era un trabajo de reposicionamiento porque, en esencia, seguíamos siendo los mismos, pero era importante fijar esta nueva estrategia de marca», comenta David Casals, responsable de marketing. Para llevar a cabo este proceso contaron con la agencia de publicidad Mandarina Branding Society, especializada en este tipo de cometidos, que les acompañó en un proceso que ha durado dos años. «Queríamos una imagen atemporal, sencilla, limpia, y que identificara perfectamente lo que hacemos. Durante más de medio siglo nuestros clientes nos han elegido porque hacemos que se sientan como en casa, porque consideran nuestros hoteles como suyos, como parte de su vida, de su historia y de sus recuerdos, un lugar donde disfrutar de Menorca a su manera, sin prisas, como lo hacemos los menorquines. De esta forma, no era difícil pensar que del sentimiento de pertenencia a un lugar surgiría la idea de nuestro nuevo nombre», añade David Casals.
El resultado final fue Minura Hotels, que representa la fusión de dos palabras que simbolizan la tradición, la naturaleza y la historia que se respira en la isla. «El nombre Nura tiene su origen en la palabra con la que los fenicios bautizaron a Menorca y significa «tierra de fuego», debido a las numerosas hogueras que se veían en sus costas cuando navegaban por sus aguas entre los siglos VIII y VII a.C. Por otro lado, el pronombre «Mi» representa el espíritu de hospitalidad y buena acogida de los menorquines hacia los visitantes extranjeros», explica Casals. En cuanto al logo, pone de relieve las grandes construcciones megalíticas que aún se conservan en la isla como taulas, navetas o talayots. «Utilizando la taula como elemento de construcción básico, hemos elaborado nuestra letra «M», que representa la letra inicial de Menorca. Además, para transmitir nuestro valor de familia, unión y generaciones al servicio de nuestros clientes, hemos añadido varias «M» en círculo que simulan precisamente esos valores tan importantes para nosotros», confirma Casals.