El gerente de Construye Capital, Ignacio París, asegura que Construye Capital ha reformado más de 80 hoteles en diez años.

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Ignacio París es el gerente de Construye Capital, que es la constructora del grupo Mar Capital.

¿Cómo ha sido la evolución de Construye Capital?
Nuestra empresa nació en 2008, en pleno tsunami inmobiliario y con las mayores dificultades de la historia. Vimos una oportunidad, que era crear una constructora para reformar hoteles. Había muchos establecimientos que querían reformarse y los bancos estaban dispuestos a dar financiación a las hoteleras. Hemos llegado a reformar más de 80 hoteles en diez años. Tenemos la sede principal en Palma y hace seis años que también tenemos oficina en Madrid. También hemos seguido a nuestros clientes y si se han ido a Canarias o a Andalucía, hemos hecho reformas allí, o también en Cabo Verde o Dominicana. En todo caso, nuestro foco principal de negocio es Palma.

¿En qué año dieron el salto al residencial?
En 2014 cuando la economía se reactivó.

¿Cuáles son los objetivos de la constructora?
Satisfacer las necesidades del cliente es lo más importante. Además, exigimos que nuestros trabajos tengan calidad en todas las fases: en la captación de clientes, estudios, proveedores... Somos una empresa equilibrada. Es igual de importante un cliente que otro, y el área de residencial es tan importante como la de hoteles. Somos 140 empleados y no tenemos grandes rotaciones de personal. De esta manera, conseguimos garantizar la calidad en los acabados y controlamos los plazos, que es fundamental.

¿Qué caracteriza a Construye Capital?
Somos una empresa muy empática y cercana con el cliente y con el cliente final. Tenemos un abanico de productos que van desde la construcción balear más tradicional hasta la construcción de alto standing o la construcción hotelera. Y esta combinación es uno de nuestros valores añadido. Contamos con departamentos propios de producción, prevención de riesgos laborales, posventa, administración, oficina técnica...

Todo el sector se queja de falta de mano de obra especializada...
Somos una constructora diversificada y muy etable. Tenemos una plantilla fija y estable, pero es cierto que hay un problema de mano de obra especializada desde 2008. Apostamos por mano de obra propia. Somos una empresa muy completa en todos los departamentos, con proveedores que trabajan con nosotros desde hace años y con procedimientos muy estandarizados y una revisión mensual de aspectos intenos que nos permite que los clientes queden contentos.

La constructora trabaja fuera de Mallorca, ¿dónde está presente?
Estamos presentes en toda Balears, en Madrid de forma permanente, y con nuestros clientes hemos acudido puntualmente a otros territorios nacionales como Andalucía o Canarias, o internacionales, como el Caribe o Cabo Verde.

¿Cómo es construir en Madrid a diferencia de Palma?
Madrid es un mercado donde se construye un producto muy diferente. Es un producto más cosmopolita, rápido, hay más zonas de expansión dentro de la ciudad… en Palma se tiene más respeto por la integración, mientras que en Madrid la escala de construcción es mayor y se buscan edificios con más viviendas. Hemos elegido dos destinos que a medio y largo plazo son de éxito, con un gran futuro por delante. Palma es un destino más cíclico, que depende en gran medida del turismo. Madrid, en cambio, es una ciudad muy estable.

¿Cómo trabajan en un contexto de incremento de precios de las materias primas y escasez y retraso en la entrega de suministros?

Lo hacemos lo mejor que podemos. Esperamos que sea un problema transitorio. Es cierto que padecemos una carencia de materiales, problemas de suministro, pero entendemos que es un problema que trasciende a la isla, puesto que es a escala mundial. Intentamos buscar alternativas que nos permitan no depender de ciertos productos que han quintuplican sus precios, aunque sin perder la calidad. Intentamos ser más previsores con los plazos y fidelizar aún más nuestra relación con los proveedores.

La sostenibilidad también ha llegado a la construcción.
Sí, y con el tiempo va a adquirir todavía más importancia de la que tiene ahora. La principal demanda de la sostenibilidad está en el cliente final, que tiene que percibirla como una optimización energética de su casa. ha de notarse en las facturas mes a mes. También se percibe con una mayor comodidad en todos los aspectos, como por ejemplo intentar sacar el máximo provecho a la luminosidad o la ubicación. Y es impensable plantear un proyecto sin un mínimo aporte de energías renovables porque es una obligación legal y ética. La empresa está creando un decálogo en cada departamento para minimizar la huella de carbono. Es la hora del planeta y todos tenemos que ayudar a crear un futuro mejor para nuestros hijos.

¿Es posible construir viviendas autosostenibles desde el punto de vista energético?
Cada vez es más posible. Hay dos requisitos a considerar: el técnico y el económico. Será cuestión de muy pocos años que grandes edificios de viviendas sean sostenibles por sí mismos.

¿Y también han realizado obra civil?
Sí. Acompaña la diversificación que busca la empresa.