El factoring tiene entre sus principales ventajas la posibilidad de asumir el coste por insolvencia

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La falta de liquidez para una pyme puede representar uno de los mayores peligros, hasta el punto de que puede provocar su quiebra o el fracaso de todo el negocio. Para evitar esta situación, actualmente las empresas cuentan con distintas opciones de financiación. Los créditos o préstamos solicitados a bancos son de las más escogidas, no obstante, hay alternativas que pueden ofrecer condiciones más interesantes para la compañía. Entre ellas está el factoring, un servicio que garantiza liquidez inmediata con el adelanto del pago de facturas.

El factoring ha demostrado su eficacia en el mercado financiero, hasta tal punto que hoy en día es una herramienta útil para todo tipo de empresas y en cualquiera de sus modalidades (con o sin recurso). Se trata de un servicio de financiación inmediata recomendable para todas las empresas que requieren liquidez cuanto antes y que, además, no puedan permitirse volcar recursos en el recobro de facturas que no han sido pagadas.

Motivos por los que escoger factoring frente a otras financiaciones

Liquidez inmediata

Una de las principales ventajas por las que contratar factoring, es que permite a una pyme obtener liquidez casi al instante. Plataformas como Trinios ofrecen la concesión del importe en apenas 4 horas. Gracias a ello, la empresa consigue mejores flujos de caja y puede aprovechar ese dinero para afrontar gastos fijos o invertir en proyectos que no pueden esperar más.

Seguridad ante impagos

No podemos evitar que un cliente genere un impago o incluso se declare insolvente, pero sí podemos prevenir sus efectos si aseguramos el riesgo de nuestras operaciones. El factoring tiene entre sus principales ventajas la posibilidad de asumir el coste por insolvencia, aunque esto repercutirá también en lo que la empresa tenga que pagar por el servicio.

Además, compañías como Trinios ofrecen servicios y herramientas adicionales, con las que reducir este riesgo, como asesoramiento comercial, control de la cartera de clientes o incluso seguros de crédito.

Protección ante la inflación:

En una situación inflacionaria como la actual, el servicio de factoring es muy atractivo, ya que anticipa el cobro de una factura antes de que llegue su fecha de vencimiento. Gracias a ello, el poder adquisitivo de la empresa se mantiene, pues ha podido cobrar sus deudas mucho antes.

Evita el endeudamiento:

En el mercado hay disponibles muchas opciones de financiación, pero el factoring es una de las que no afecta al endeudamiento de la empresa. El factoring básicamente es un contrato con el que se cede a la entidad financiera el derecho de cobro de una deuda, sin tener que solicitar así una financiación a largo plazo.

Costes económicos con factoring:

Las entidades que trabajan con factoring obtienen su beneficio porque cobran un porcentaje de la factura pendiente de cobro, en concepto de intereses o comisiones. Sin embargo, este coste es mínimo, sobre todo comparado con otras alternativas de financiación y, más aún, si tenemos en cuenta los beneficios que ofrece a la empresa.

Para poder cubrir el coste de un servicio de factoring, es importante ajustar los márgenes de los precios que la empresa maneja en su mercado, teniendo así en cuenta lo que le va a suponer la contratación. Trinios incluso rebaja el coste de una operación de factoring frente a otras entidades, ya que toda la operación se realiza online, sin intermediarios y de forma ágil y sencilla.

Menos recursos internos:

Al volcar la gestión de cobro y recobro de deudas en la entidad financiera, la pyme no tiene que dedicar recursos humanos propios para estas tareas. Así puede redirigir las funciones de estos profesionales a departamentos y tareas más importantes.

Menos recursos administrativos:

Situación similar sucede con los trámites administrativos. Con el factoring podemos obtener informes económicos de la cartera de clientes. También permite reducir el tiempo dedicado a controlar y supervisar los cobros en el caso de deudores.

Contabilidad simplificada:

Con una óptima estrategia de factoring, la contabilidad de una empresa puede simplificarse notablemente.Hay que tener en cuenta que, de tener distintos cobros pendientes a varios clientes, se puede centralizar toda una deuda en un solo cliente (la entidad financiera), que además nos paga al contado.

Garantía de las facturas:

Los contratos de factoring basan la garantía de la operación en las facturas, una característica no compartida con otras opciones de financiación.

Externalizar tareas:

La cesión de cuentas de créditos de deudores a una entidad que te asegura el cobro de tus facturas, supone externalizar todas las funciones relacionadas con la gestión de cobro.

Sin efectos comercilaes:

Puedes contratar un servicio de factoring, sin repercutir en las relaciones comerciales con tus clientes. La operación no quedará documentada en letras o cheques, ya que todo se basa en la factura pendiente de cobrar. Además, con un servicio confidencial, evitas que el cliente tenga constancia de que has solicitado el cobro de su factura a una entidad financiera.

Factoring como financiación no tradicional:

No es nada extraño que empresas especializadas en fintech como Trinios se encarguen de ofrecer factoring a las pymes actuales. Este tipo de financiación no tradicional se presenta como una innovadora alternativa frente a la financiación típica que se solicita a un banco.

Las plataformas de financiación han analizado las necesidades de sus clientes y han adaptado servicios como el factoring con las características óptimas para estas empresas, que pueden así obtener liquidez inmediata, reducir sus costes operativos y protegerse frente a impagos.